La remuneración de los directivos enfada a los accionistas de las cotizadas

Allianz Global Investors votó en contra de las propuestas de la dirección en el 39% de los casos y se abstuvo en el 16%

Que las compañías cotizadas pagan remuneraciones astronómicas a sus directivos y consejeros no es un secreto para nadie. Sin ir más lejos, estos días se ha conocido que José Manuel González-Páramo cobrará 1,7 millones de euros en concepto de indemnización por su salida como responsable de relaciones institucionales y del servicio de estudios de BBVA.

Pero este tipo de emolumentos enfada cada vez más a los accionistas de referencia. Un ejemplo de este malestar lo ha dado recientemente Allianz Global Investors, al informar de que el año pasado votó en contra de las propuestas de remuneración de la dirección de las cotizadas españolas en el 39% de los casos.

También se abstuvo en el 16% de las ocasiones. Es decir, que más del 50% de los planes de remuneración de las cotizadas españolas en las que está posicionada no contaron con su aprobación.

Disgusta la elevada cuantía de los planes de pensiones

Allianz GI ha expuesto esta situación en un informe en el que explica que le disgusta especialmente “la elevada cuantía de los planes de pensiones para la alta dirección, que parecen muy generosos y no del todo alineados con los beneficios de los planes de pensiones disponibles para el resto de los empleados” (de cuantías muy inferiores, habitualmente).

Asimismo, Allianz GI explica otras razones importantes por las que han votado en contra de las propuestas de la dirección de las empresas en 2019, que incluyen “los grandes aumentos salariales sin justificación, los planes de incentivos donde el período para obtener resultados es de duración insuficiente y las indemnizaciones establecidas en niveles excesivos”, asevera la compañía en el comunicado.

Transparencia

El esfuerzo de transparencia de Allianz GI se enmarca dentro de la obligación que tienen los fondos de inversión, los de pensiones y las aseguradoras europeas, desde el pasado junio, de explicar detalladamente el signo de su voto en las juntas de accionistas de las compañías en las que participan.

Asimismo, sus críticas a la excesiva remuneración de los directivos se producen en medio de una oleada a favor de la inversión socialmente responsable, que tiene en el “activismo inversor” una de las herramientas para lograr avances en el ámbito del gobierno corporativo (el que nos ocupa en este caso), el ambiental o el social.

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