Grifols pierde apoyos

Las perspectivas negativas sobre el futuro de Grifols a corto plazo extienden la penitencia bursátil de la compañía farmacéutica

Grifols acumula más disgustos después de un año en el que su cotización ha perdido más de un 30 por ciento en bolsa, llevando a la compañía farmacéutica a un precio de 15,07 euros durante el lunes. Marcó su cotización mínima en las últimas 52 semanas.

Sumado a esta debacle, Grifols ha visto como la entidad financiera JP Morgan ha retirado su confianza en el crecimiento de la empresa, saliendo de su capital tras la venta de las 1.303 acciones valoradas en unos 23.000 dólares, que controlaba a través de uno de sus brazos de inversión, el fondo JPMorgan Access Growth Fund.

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Deutsche Bank asume su error con Grifols

La salida de JP Morgan del accionariado de Grifols llega tan solo un mes después de que el banco alemán Deutsche Bank abandonara su posición optimista respecto a la recuperación de la compañía a largo plazo, cambiando su recomendación de compra sobre las acciones por una posición neutral.

A este cambio en la recomendación le siguió, además, una reducción en su precio objetivo hasta los 17 euros, que se produjo el 27 de enero.

"La historia de Grifols no se ha desarrollado como esperábamos en nuestra recomendación de mejora realizada en junio", aseguraba el informe del banco alemán.

Deutsche Bank había previsto que la historia de recuperación de Grifols fuera "relativamente convencional" tras la pandemia, una vez su negocio de plaza comenzara a normalizarse en el segundo semestre de 2021 y en 2022.

En cambio, el banco alemán señalaba que Grifols ofreció "una transacción desconcertante con GIC, que tuvo una explicación racional en el acuerdo de Biotest, pero que trajo algunos desafíos propios y contradijo en gran medida la orientación anterior sobre su apalancamiento".

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En este contexto, Deutsche Bank concedía que la narrativa de recuperación pospandemia se ha visto socavada por unos niveles de recaudación afectados por la aparición de nuevas variantes del Covid-19 y los elevados costes operativos, por lo que "parece probable" que los problemas de Grifols persistan durante los primeros seis meses de 2022.

Crecen las visiones pesimistas

La decisión de Deutsche Bank de corregir su postura respecto a Grifols también la han seguido otras casas como Alantra Equities, que el 26 de enero sustituyó su recomendación de compra por una neutral, rebajando el precio objetivo asignado a la cotizada española de los 27,22 euros hasta los 21,05 euros.

Ante estas perspectivas compartidas por actores relevantes del mercado, y que ha llevado el ataque bajista a Grifols a máximos históricos, los inversores no parecen decidirse por apostar a favor de la compañía farmacéutica con sede en Cataluña.

La empresa sí ha logrado rebotar ligeramente durante la jornada del lunes, dejando atrás el mínimo de 15,07 euros anteriormente mencionado para cerrar la sesión con una subida intradía del 1,5 por ciento que fijaba su cotización en 15,61 euros.

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Sin embargo, Grifols sigue lejos del potencial de retorno que todavía marca el consenso de analistas, a pesar de la acumulación de visiones pesimistas sobre su futuro.

Una apuesta arriesgada que puede ofrecer una gran rentabilidad

Pese a que a Grifols le crecen los enanos en el mercado, la perspectiva media que deja el consenso de analistas todavía puede resultar atractiva para los inversores más arriesgados.

El potencial de retorno de la empresa farmacéutica a 12 meses se sitúa en el 60 por ciento, al establecerse el precio medio objetivo que pueden alcanzar los títulos de la empresa en 24,84 euros.

La mayoría de fuentes del mercado financiero, no obstante, siguen viendo con preocupación el avance de la empresa en su opa sobre Biotest, que se recibió de forma muy negativa y que ahora está cerca de concluir, después de que Grifols avanzara en la misma al obtener un grado de aceptación del 96,20 por ciento de los derechos de voto y contar con el 69,72 por ciento del capital social.

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Desde Bankinter, por ejemplo, se valoraba esta adquisición negativamente "por el aumento del endeudamiento que ha llevado a una rebaja de su rating por parte de varias agencias y, las incertidumbres sobre el pipeline de Biotest".

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