Varios muertos tras un alud sobre un hotel italiano causado por el terremoto
Uno de los integrantes del equipo de rescate que ha conseguido entrar en el Hotel Rigopiano en localidad de Farindola,[…]
Uno de los integrantes del equipo de rescate que ha conseguido entrar en el Hotel Rigopiano en localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, sepultado por un alud tras los terremotos de ayer, ha asegurado que «hay muchos muertos», en declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos. Unas 30 personas se encuentran atrapadas.
La Protección civil del ayuntamiento de Penne, en la provincia de Pescara, explicó que ayer eran 22 los huéspedes registrados en el hotel situado en el macizo del Gran Sasso, en la cordillera de los Apeninos, y a los que hay que sumar los empleados del centro. Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir ayer algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso.
Antonio Crocetta, uno de los responsables del Cuerpo de Rescate Alpino de Los Abruzos, que llegaron al hotel tras varias horas de ascenso con los esquís confirmó que habrá muchas víctimas. Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir ayer algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso. Sobre las cuatro de la madrugada de hoy llegaron con esquies los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos y rescataron a dos hombres, Giampiero Parete y Fabio Salzetta, dos de los huéspedes que se encontraban fuera del Hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.
A la zona están también llegando algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a quitanieves. Según los primeros testimonios de los equipos de rescate, el hotel está parcialmente derrumbado y completamente sepultado bajo la nieve y se ven algunas luces, pero no llegan voces de su interior.