Trading, un mundo apasionante para el que hay que tener nervios de acero

Son muy pocos los que consiguen triunfar, los que logran pertenecer a ese selecto grupo de ganadores, los que esquivan[…]

Son muy pocos los que consiguen triunfar, los que logran pertenecer a ese selecto grupo de ganadores, los que esquivan la selección natural del mercado, que termina por expulsar a la mayoría de los participantes. No es fácil ser trader, no es sencillo ser uno de los elegidos. Y a pesar de ello, cada año podemos comprobar cómo crece la pasión por el trading. 

Es cierto que no hay nada más desalentador que después de una dura jornada de trabajo no sólo no ganes dinero, sino que encima lo pierdas. Con esa realidad se encuentra el trader una y otra vez. El conocido trader Borja Muñoz lo explica perfectamente. Nunca olvidará el día que sufrió su primera gran pérdida, de 18.000 euros. Tuvo que pasar un duelo. Era imposible regresar de inmediato al mercado. 
La mayoría, ante una pérdida así, tiran definitivamente la toalla. Pero Borja Muñoz prefirió esperar. Hasta que no recuperó las buenas sensaciones no se sentó de nuevo delante de la pantalla del ordenador. Lo hizo y no se arrepiente.
Como él son muchos los que tienen que gestionar días de pérdidas. Pero les compensa. Si te has formado convenientemente, si tienes un plan, si sabes lo que tienes que hacer y al mismo tiempo ejerces un severo control sobre tus emociones estás en el camino para superar esta dura prueba. Y disfrutar con algo que no está al alcance de todos. Como decía un destacado trader, «cada momento de mercado es único». Y hay que disfrutarlo. Puro vértigo, pura emoción. Tú y la pantalla del ordenador. Y enfrente el mercado. Al que hay que batir por encima de todo.
Pero, y en eso coinciden todos los expertos que cada año nos cuentan sus experiencias, no es una actividad que se pueda iniciar de un día para otro. Exige muchas horas de preparación previa, de formación, de estudio, de trabajar con simuladores. Y de tener nervios de acero, para soportar la presión que supone tomar decisiones para las que no hay término medio: éxito o fracaso. Ganar dinero o perderlo. 
Insisto, en 24 horas no se forma un trader. Lleva su tiempo. Pero si está convencido y quiere hacerlo, cumpliendo todos estos requisitos, la experiencia merece la pena.

En portada

Noticias de