Schulz, reelegido al frente del SPD, quiere una Europa federal en 2025

El Partido Socialdemócrata alemán votó este jueves a favor de abrir negociaciones con Angela Merkel y la reelección de Martin[…]

El Partido Socialdemócrata alemán votó este jueves a favor de abrir negociaciones con Angela Merkel y la reelección de Martin Schulz como presidente con el 81% de los votos a favor. «El pasado mes de marzo fui elegido presidente con el 100% de los votos», recordaba Schulz con un ramo de flores en la mano, «fue un momento muy bonito, pero hoy os agradezco esta votación todavía más». Schulz reconoció que «se ha producido una pérdida de confianza» y prometió hacer «todo lo posible por recuperarla», tras una agotadora jornada en la que más de cien camaradas tomaron la palabra.

Schulz, que pasó toda la campaña electoral prometiendo que jamás se sentaría a hablar con Merkel, afrontó este congreso que se celebra en Berlín hasta el sábado desde la humildad. «No es fácil presentarme hoy aquí ante vosotros, se que estáis decepcionados y enfadados», dijo en el discurso de apertura e incluso pidió expresamente disculpas por el fracaso electoral y por su giro respecto a la gran coalición.

También teorizó a lo largo de varios párrafos acerca de lo que significa hoy en día la socialdemocracia y sobre el reto de sobrevivir como partido cuando buena parte del electorado lo percibe como «parte del establishment». Pero de ahí en adelante cambió el tono y proclamó el catálogo de exigencias para Europa que su partido planteará a Merkel, presentándolo como el motivo por el que es necesaria la presencia del SPD en el próximo gobierno.

La más destacada de estas exigencias fue sin duda la de una Europa federal antes de 2025. Poco después de terminar su discurso y antes incluso de que se votase la negociación o la reelección de Schulz, Merkel se declaró desde la Cancillería contraria a esa exigencia y dijo que, en lugar de establecer metas de ese tipo, lo prioritario debe ser dar pasos para que la UE sea operativa y capaz de actuar en distintas áreas, como la política exterior, la de defensa o la de desarrollo. También instó la canciller a «superar las debilidades de origen» de la UE y convertir la unión monetaria en «impermeable a las crisis».

«Debemos reconocerlo ante nuestro electorado», pidió Schulz, «mucho de lo que debemos hacer no lo podemos hacer en el Bundestag. El mundo globalizado requiere de una Europa fuerte con capacidad de decisión sobre protección del clima, regulación de plataformas como Google o Faceboook, la lucha contra el terrorismo o la respuesta solidaria a la realidad de los refugiados». Sobre este punto insistió en que no aceptará un tope al número de admisiones en Alemania.

La era dorada del no a la Guerra de Irak

«Una Europa en la que hay dumping salarial no es mi Europa. Una Europa de los grandes consorcios, los bancos y las multinacionales, pero no de los ciudadanos, no es mi Europa. Una Europa sin igualdad salarial no es mi Europa», siguió describiendo, y concretó además que Europa necesita «ganar en operatividad, más inversiones, crecimiento, un presupuesto europeo, un ministro de Finanzas europeo y un flujo justo de impuestos».

Schulz prometió repetir el «tiempo dorado» del no a la Guerra de Irak y que «no habrá automatismos» en la negociación con Merkel. El acuerdo, antes de firmarse, será sometido a votación de los 440.000 militantes.

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