Prepárese para los cambios fiscales que se están cocinando

La mayoría de las encuestas que se están publicando en los últimos días coinciden: la posibilidad de que el próximo Gobierrno que se forme en España sea de izquierdas es real. Hay que prepararse para nuevos cambios fiscales. Es cierto que la encuesta que nunca falla, la que es infalible, es la que sale de las urnas el día que se celebran las elecciones generales. Pero si atendemos a las conclusiones de los estudios que se han publicado sobre el nivel de acierto de las encuestas electorales en nuestro país, se puede asegurar que es «razonablemente bueno». 

Por eso, si se cumplen los resultados de los sondeos que se están publicando en los últimos días, todo parece indicar que la llegada de un Gobierno de izquierdas es bastante probable, bien por un triunfo en solitario de Podemos, o gracias a un pacto Podemos-PSOE, que desplazaría a Mariano Rajoy de la Moncloa, aunque el PP fuera finalmente la lista más votada. Y si esto sucede, la política económica se verá bastante afectada. No se trata de crear alarmismos diciendo que corremos el riesgo de que en España llegue a instalarse un «corralito», algo que a día de hoy parece muy remoto, sino de plantear algo más real, es decir, de analizar los cambios que se producirían en el tratamiento fiscal del patrimonio.

Madrid será la comunidad que sufrirá el mayor impacto, dado que no se paga Impuesto sobre el Patrimonio y en el de Sucesiones y Donaciones cuenta con una bonificación del 99 por ciento. Las Sicavs también se encuentran en el punto de mira de estos partidos y algunos, incluso, hablan directamente de su «supresión».

Ahora bien, la sensación es de encontrarnos únicamente con la punta del iceberg. El PSOE parece que tiene más o menos claras sus medidas, aunque no ha concretado todavía cómo articularlas, pero Podemos mantiene un siniestro silencio. En una calculada estrategia electoral, para no perder votos de aquí a la convocatoria de las elecciones, sus dirigentes han optado por no mostrar sus cartas. No quieren pronunciarse públicamente sobre los cambios fiscales que preparan. Huyen de este tipo de debates. Avisados quedan.