Podo: ¿Se puede ahorrar en la factura de la luz y el gas?
Dos de los impulsores de ONO entienden que sí y montan una comercializadora que pretende atraer a los descontentos con las compañías tradicionales.
El descontento de los usuarios con las compañías tradicionales de luz y gas crece a la misma velocidad a la que suben los precios. Y con él, aumenta el número de clientes que cambia de compañía y se va a comercializadoras independientes. Así, a cierre del primer trimestre del año, más de 1,7 millones de clientes residenciales y pymes del mercado libre tenían contratado su suministro de luz con una comercializadora independiente, lo que representa un 25 por ciento más que el año anterior (y un 53 por ciento más que hace dos). Aún es una parte pequeña del mercado pero está creciendo y ya alcanza el 9,6 por ciento del total. En este contexto, dos de los impulsores del operador de telecomunicaciones ONO (adquirido por Vodafone en 2014) vieron una oportunidad en este mercado: «El sector peor percibido por los usuarios siempre es el de la electricidad. Y nosotros pensamos que había una gran oportunidad si alguien ofrecía un buen servicio a los clientes», explica Joaquín Coronado, consejero delegado de Podo, quien añade: «No hay ninguna justificación para que lo que ocurre en las telecomunicaciones no ocurra en energía. El problema de partida era el mismo. Servicios caros, insatisfacción de los clientes con el proveedor, etc. Pensamos que se dan las mismas circunstancias. A diferencia de las telecomunicaciones, aquí hay un mercado mayorista muy controlado por las eléctricas de toda la vida, que les permite fijar el precio y controlar lo que ocurre en ese mercado», cuenta. Y las cosas han cambiado poco desde que se liberalizó el sector, el 1 de enero de 2003. «Pero con la entrada masiva que se prevé de las renovables, eso va a cambiar y el mercado mayorista ya no va a poder ser controlado por las grandes eléctricas», lanza Coronado.
Cómo mejorar las tarifas
Pero, para seducir, hace falta mejorar las tarifas. Y para lograrlo, Podo ofrece un recorte «de entre un 10 y un 12 por ciento en el caso de los hogares; y del entorno del 30 por ciento en el caso de las pymes», según Coronado, que relata que la compañía ya ha logrado 21.000 clientes en solo un año de funcionamiento, con unos ingresos que superan el millón de euros mensuales. «Ofrecemos un ahorro sustancial en un mercado en el que todo el mundo piensa que cambiar de comercializadora de gas y electricidad no supone un ahorro porque todos tienen los mismos precios», apunta.
Tecnología para abaratar la luz
El ahorro se logra «a través del uso de la tecnología, que es el gran diferencial de Podo»: «Hemos construido una plataforma tecnológica única en el mercado, basada en el big data y la inteligencia artificial, que monitoriza cada uno de los 29.300.000 puntos de suministro de electricidad (hogares, locales de pymes y segundas residencias) y los 7,5 millones de puntos de gas. Con esa información, somos capaces de construir una oferta específica para cada uno de los clientes», relata Coronado, quien presume de que Google ha designado a Podo como un caso de éxito de cómo una empresa optimiza el uso de la inteligencia artificial. Podo tiene dos tipos de ofertas: una de pago por consumo y otra de mensualidad fija, que se estima gracias al big data.
Servicio al cliente
Asimismo, Coronado cuenta que el servicio al cliente está totalmente digitalizado y que el 100 por cien de la electricidad que vende Podo es renovable, otras dos características con las que espera conquistar al cliente español.