La Reserva Federal, en la cuerda floja

La retirada de la ingente cantidad de estímulos que la Reserva Federal norteamericana ha provisto a su economía, mediante inyecciones de liquidez a través de compras de bonos, ha llegado a su fin, y cada día está más cerca el momento de tener que retirarla.

La retirada de la ingente cantidad de estímulos que la Reserva Federal norteamericana ha provisto a su economía, mediante inyecciones de liquidez a través de compras de bonos, ha llegado a su fin, y cada día está más cerca el momento de tener que retirarla. El drenaje de liquidez vendría de la mano de una recuperación económica que, aunque lenta, se sigue produciendo en Estados Unidos. La Fed ha ligado este proceso a la cifra de empleo, con un objetivo por del 6,5% en la tasa de desempleo.

Pero el manejo de estas enormes sumas tiene su dificultad. La intensidad y el tiempo en que se realice es altamente importante por el impacto que pueda causar en los mercados financieros y en las cuentas de resultados de fondos e instituciones financieras. Un reciente estudio del FMI, realizado por el consejero de finanzas de esta institución, el español Jose Viñals, estima el impacto de una subida de un 1% en las rentabilidades de los bonos, de largo plazo, en las carteras de fondos e instituciones, en alrededor de 2.3 trillones de dólares de pérdidas.

Tras un largo periodo de depresión económica, con los tipos reales en niveles negativos, y durante el que las oportunidades de obtener rentabilidades atractivas se perdieron, los balances de instituciones financieras han crecido en su apartado de renta fija, tanto la soberana como otros títulos. Bancos que han necesitado ayuda pública, han comprado, a su vez, bonos en mayor proporción que lo habitual, tanto por perfil más conservador como, solo en algunos casos, por requisitos de balance. 

La Reserva Federal realiza compras actualmente de 85 mil millones de dólares entre bonos soberanos norteamericanos y titulizaciones hipotecarias, títulos que probablemente tendrán que mantener en cartera hasta vencimiento, pero el mero cese de las compras provocará, inevitablement,e una caída en los precios de estos títulos y, consecuentemente, una subida de las rentabilidades. El otro frente abierto en estos últimos días es el del techo de deuda, un impago de la deuda, aunque tan solo se trate de un hecho temporal, podría igualmente provocar una caída de los precios, principalmente en las referencias de más corto plazo, con el mismo efecto catastrófico en las cuentas de resultados de las instituciones financieras.

La labor de la Reserva Federal no va a ser fácil, sobre todo si tenemos en cuenta que no existen precedentes ni experiencia en este tipo de operación. La labor de tantear el mercado de manera sutil y de comunicar intenciones de manera clara y directa, guardando en todo momento el equilibrio y la proporción es, con toda seguridad, el más importante tema de preocupación de la Reserva Federal Norteamericana. Hemos conocido burbujas inmobiliarias y de mercado de valores, de hecho, los bancos centrales han vigilado de cerca, y no siempre con éxito, este tipo de " exuberancias irracionales" en los mercados. Ahora, me temo que nos encontramos ante una burbuja de renta fija que se encuentra plenamente identificada, pero que todavía no se conocen los métodos para hacerla disminuir sin que explote.

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