La familia del almirante Cervera se alza contra la calle en memoria de Pepe Rubianes
Según una encuesta realizada hace menos de un mes por Gesop, el 71,5% de los barceloneses quieren ser consultados antes[…]
Según una encuesta realizada hace menos de un mes por Gesop, el 71,5% de los barceloneses quieren ser consultados antes de que se cambie el nombre de sus calles. El dato se hacía público poco después de que Ada Colau retirara, sin preguntarles a estos, la estatua de Antonio López, el empresario cántabro que huyó a Cuba en 1931 e hizo fortuna con la Compañía Transatlántica Española. Su figura no era del agrado del Consistorio, que cambiará también la denominación de la plaza en la que se ubicaba la susodicha escultura.
A este episodio le seguirá, el 15 de abril, otro que ha irritado a sus propios descendientes. Hablamos de la calle dedicada al almirante Pascual Cervera y Topete, héroe de la guerra de Cuba, que pasará a llamarse Pepe Rubianes, en honor al fallecido humorista catalán que, en 2006, realizó la siguiente declaración en la TV3: «A mí la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás. Que se metan España por el puto culo a ver si les explota dentro».
A tres semanas de que se produzca el cambio de nombre, el mismo bisnieto del famoso almirante Cervera, Guillermo Cervera Govantes, ha enviado una carta a ABC para mostrar el «agravio» que, en su opinión, se produce con esta «pretensión doliente y mísera» de negarle el reconocimiento a su bisabuelo. Como lo define este capitán de fragata retirado de Puerto Real (Cádiz), «se trata del héroe del combate naval de Santiago de Cuba [del 3 de julio de 1898] que, junto a los 2.000 hijos de nuestras tierras que dotaban su Escuadra, supo poner un broche de dignidad a aquel desastre en que se vio envuelta España».
«A este personaje histórico ?prosigue? es al que el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido retirar, el próximo 15 de abril, la placa de la Avenida que lleva su nombre en el barrio de la Barceloneta. Por la forma empleada y por los insultantes valores enquistados en la persona que va a sustituirle, este hecho constituye un serio agravio a su memoria (...). Un agravio que se traslada, con o sin conocimiento, a los mismos ciudadanos de Cataluña por razón de un lugar, un nombre y una historia que forman parte de su legado».
Cervera y la Barceloneta
Los únicos partidos que han rechazado cambiar el nombre de esta calle por el de Pepe Rubianes han sido Ciudadano y el Partido Popular. El presidente de los segundos en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ya denunció la medida antes. «Colau impone por decreto los cambios de nombres de calles y plazas como ya hizo con Llucmajor por La República, Juan Carlos I por Cinc d?Oros o Hispanidad por Pablo Neruda». Según el político, «no es oportuno sustituir la calle Almirante Cervera, pues forma parte de la historia del callejero de Barcelona y está vinculado a un barrio de mar como es la Barceloneta».
Fernández comparó dicha medida dicha medida con la actitud tomada por los anarquistas en 1936, que ya quisieron retirar la estatua de Antonio López y borrar su nombre, «sin tener en cuenta el legado que dejó a la ciudad, como la financiación de la apertura de la Via Laietana y otras transformaciones importantes».
El año que viene se iban a cumplir 70 años desde que el almirante Cervera prestara su nombre a la calle. Cervera Govantes recuerda como, cuando se descubrió la placa en 1949, cuarenta años después de la muerte de su bisabuelo, «los presentes todavía recordaban sus visitas al lugar, para compartir mesa con el cabo Antonio Rivas, que había navegado a sus órdenes en la Corbeta Ferrolana (1880) y en el Acorazado Pelayo (1988). Y también con otros catalanes con los que había vivido bonanzas e infortunios en ultramar, como era el caso de su entrañable amigo el gerundense Almirante Víctor Concas Palau».
La huella de los Cervera en la Barceloneta no se reduce al protagonista de la batalla naval de Santiago de Cuba en la que fallecieron 150 de los marinos que comandaba. A principios de los años 50 del siglo pasado, el nieto de este también puso nombre a la barriada de pescadores del mismo lugar, a iniciativa del presidente de la Cofradía de Pescadores de Malgrat del Mar, José Fontrodona Cardó. «De aquellos días fueron muchos los descendientes del almirante que nos enganchamos al cariño y respeto a Cataluña y, muy concretamente, a la Barcelona a la que nos vinculamos de por vida por afecto y lazos de sangre, ya que es donde quedaron algunos de los nuestros que decidieron acomodarse en la tierra donde está la cuna de su apellido», explica.
La despedida
Guillermo Cervera y Govantes acaba su carta dejando claro su malestar: «Vivimos ya una muy larga temporada en la que es patente el empeño de muchos, que han tocado poder en instituciones de distintas administraciones, en revertir este cariño y respeto en hartazgo, odio y frustración que nada bueno ha de traerles. El agravio a nuestro Almirante no deja de ser uno más en la larga lista que todos los días tenemos que soportar. A quienes alimentan este empeño les decimos que no conseguirán la desafección que persiguen. Estamos obligados a apoyar y defender a los ciudadanos de Barcelona y Cataluña que nada tienen que ver con este proceder y también a aquellos que, durante los últimos 70 años, han convivido orgullosos con la Carrer de l'Almirall Cervera, conscientes de su historia».
El Ayuntamiento de Barcelona, sin embargo, ha organizado una fiesta en el marco de los actos de la Primavera Republicana para celebrar el cambio de nombre de esta calle en la que vivió el humorista. Este cumple su deseo: «Pepe nos dijo que prefería un lugar en la Barceloneta, que le gusta la brisa marina y estar cerca de la playa, que por allí pasan más chicas», contó el colectivo de las «Viudas de Pepe Rubianes» que forman sus amigos.