Kmina: Muletas sin dolor gracias al crowdfunding
Una mala experiencia con las muletas «de toda la vida» llevó a Ignacio Mañero a patentar un nuevo sistema que ahora va a lograr producir gracias a una campaña de crowdfunding entre los usuarios.
Todo aquel que haya llevado muletas alguna vez sabe el dolor que producen en las muñecas, manos y hombros, por mucho que se acabe poniendo vendas y otras soluciones caseras en la empuñadura. Una experiencia así fue la que llevó a Ignacio Mañero a diseñar un nuevo modelo de muletas más ergonómico y moderno, tras darse cuenta de que las que usamos actualmente prácticamente no han cambiado desde el antiguo Egipto (donde hay jeroglíficos en los que aparece la típica muleta axilar, nos cuenta Mañero). «Empecé a construir un prototipo de madera en casa e incluso con el prototipo casero se podían ver las mejoras», relata este joven, que usó este prototipo para cautivar el interés del médico Jaime Usabiaga, antiguo jefe del servicio de traumatología y cirugía ortopédica del hospital de San Sebastián, que decidió embarcarse en el proyecto, cansado de ver a pacientes que se quejaban de tener que usar dolorosas muletas.
Con el asesoramiento del veterano médico y la ayuda de Alejandro Vañó (el tercer socio, también consultor como Mañero) ha ido desarrollando el prototipo e introduciendo mejoras tras probarlo con los usuarios, de manera que ya lo tiene listo para fabricación.
Para esta fase, ha optado por una campaña de crowdfunding en Kickstarter entre potenciales clientes en la que ha recaudado más de 20.000 euros. Ha preferido esta opción en lugar de incrementar la financiación porque este sistema permite validar el producto con los usuarios. Así, hasta este 31 de octubre, los usuarios han podido comprar una muleta a 49 euros o a 98 el par (la mitad del precio al que se colocará en el mercado). También ha existido la posibilidad de participar en la campaña y donar las muletas a un enfermo de ELA, enfermedades neuromusculares o a un anciano. En marzo, los participantes recibirán las primeras muletas fabricadas por Kmina, tras haber recaudado el suficiente dinero para producirlas principalmente en España.
En cuanto a los objetivos de ingresos, Mañero explica que su meta es ser sostenibles y recuperar en los primeros doce meses toda la inversión: tanto los 20.000 euros aportados por la campaña de crowdfunding, como los 35.000 que han puesto entre los tres socios y la financiación complementaria que obtengan de Lanzadera, que pone a su disposición hasta 200.000 euros más.
CON LA AYUDA DE LANZADERA
Mudanza a Valencia. Kmina fue una de las 19 start ups seleccionadas entre el millar de candidatas para la última edición de Lanzadera, la iniciativa impulsada por Juan Roig (fundador de Mercadona) con capital privado. Por este motivo, los fundadores de Kmina se han trasladado a la capital valenciana para poder asistir al programa, que incluye formación y asesoramiento por parte de emprendedores que han alcanzado el éxito y también el fracaso. Asimismo, el programa incluye la posibilidad de acceder a financiación de hasta 200.000 euros con unas condiciones muy favorables, como una financiación variable y un calendario de repago flexible, en función de la capacidad de generación futura del proyecto.
La plantilla. tanto Mañero como Vañó están trabajando en el proyecto a «full time» y cuentan con el asesoramiento del doctor Usabiaga. En breve, van a incorporar a un comercial y un responsable de producto que estudie nuevas soluciones que pudieran producir: bastones, sillas de ruedas etc.