Estabilidad financiera: riesgos al alza y riesgos a la baja

El European Systemic Risk Board (ESRB) especifica en su séptimo informe anual las cuatro principales amenazas para la estabilidad financiera en Europa

El European Systemic Risk Board (ESRB) especifica en su séptimo informe anual las cuatro principales amenazas para la estabilidad financiera en Europa.

https://www.esrb.europa.eu/home/html/index.en.html

En concreto:
1. Un reajuste de las primas de riesgo en los mercados financieros internacionales

2. Problemas de sostenibilidad de la deuda en los sectores soberano, empresas y familias

3. Persistencia de debilidades en los balances de las entidades de crédito, empresas de seguros y fondos de pensiones

4. Vulnerabilidades del sector financiero no bancos y potencial contagio

Los dos primeros, riesgos al alza como determina el ESRB. Todo lo contrario a los dos últimos, cuya evolución reciente determina que están a la baja. Con respecto a la amenaza de los mercados financieros, el Informe señala que su origen está en un coste de financiación (condiciones financieras muy laxas) bajo desde una perspectiva histórica y también en un bajo nivel de rentabilidad potencial (represión financiera). En este escenario el ESRB advierte del impacto que pueden producir posibles detonantes como decisiones de normalización en política monetaria, el comportamiento de la inflación, shocks fiscales, riesgos geopolíticos o la materialización de las vulnerabilidades en mercados emergentes. Estos potenciales riesgos o detonantes también podrían materializar la segunda y la cuarta amenaza del listado anterior.

Por lo que respecta a las vulnerabilidades del sector financiero, bancos, compañías de seguros y fondos de pensiones, los riesgos proceden en su mayor parte de la debilidad de sus resultados en un entorno de política monetaria excepcionalmente laxa y con balances aún lastrados por la herencia de la crisis.

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El jueves pasado el presidente del ECB concretó un poco más la estrategia de normalización monetaria anunciada en la reunión de junio. Pero también repitió su condicionalidad a la evolución del escenario, añadiendo a los factores a vigilar la escalada en la tensión comercial entre las principales economías mundiales. 

La excepcionalidad de la política monetaria en Europa se corresponde a lo extraordinario del momento en que fue aplicada. Esta afirmación ayer del presidente Draghi deja en el aire una cuestión: ¿el momento actual sigue siendo tan extraordinario como para mantener todas las medidas aplicadas en los peores momentos de la crisis? Por el contrario, en su comparecencia pública se reafirmó en el optimismo económico y para la
evolución de la inflación al mismo tiempo que se reafirmaba en la mejora y normalización de los mercados de financiación europeos. Comenzando por los préstamos de los bancos, especialmente a pymes y a familias.

En el siguiente cuadro podemos ver el resumen de las previsiones macro de expertos sobre las que se apoya el BCE en sus decisiones: 

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El presidente Draghi mantiene por el momento que la política monetaria europea debe ser prudente, persistente y paciente. Las condiciones financieras son por tanto muy favorables para el crecimiento económico. Pero el mantenimiento en el tiempo de estas medidas no es gratuito, como nos dice el ESRB. Queda por ver hasta qué punto las tres P anteriores son limitaciones a la necesaria normalización monetaria que se debe producir tras superar la crisis.

Un dato más, en este caso en España.

El viernes conocimos la evolución de la morosidad de las entidades de crédito españolas.

https://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/a0403.pdf

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La cifra de créditos dudosos volvió a bajar en mayo hasta un nuevo mínimo reciente de 81.553 millones de Euros, a la baja en 16.000 millones en los cinco primeros meses (20.000 millones en el año). Más de la mitad de descenso desde los números más altos durante la crisis. La tasa de morosidad baja hasta el 6,68 %. A nivel consolidado muy por debajo de los niveles promedio europeos.

Los bancos españoles están haciendo un fuerte esfuerzo para fortalecer su balance. Son más solventes y más sólidos, menos vulnerables a las amenazas para la estabilidad financiera y preparados para proporcionar la mejor financiación que explica en buena parte el mayor crecimiento relativo de la economía española.

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