El IBI de Madrid aún puede subir el doble

El Ayuntamiento de Madrid tiene mucho margen: del 0,58% que se aplica ahora al 1,10% máximo que le permite la ley

Los millones de propietarios de inmuebles en la ciudad de Madrid pueden irse abrochando los cinturones. El anuncio de que se va a aplicar un incremento "grande y doloroso" del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) todavía no está cuantificado. Pero el Ayuntamiento de Madrid tiene mucho margen para subir este impuesto. Tanto como el doble de lo que se paga ahora cada año.

El tipo impositivo que se aplica en el IBI de los contribuyentes madrileños es uno de los más bajos que existen en España, si se compara con el de las grandes ciudades del país. Hasta ahora, en Madrid se paga un tipo del 0,58% sobre la base liquidable de este tributo. Lo peor es que la legislación estatal que regula el IBI permite al consistorio madrileño -y a cualquier otro- elevar ese tipo hasta un máximo del 1,10%. Es decir, casi el doble del tipo que se abona en estos momentos.

Por ejemplo, los propietarios de un inmueble cuyo valor catastral es de 100.000 euros pagaban hasta ahora 580 euros al año en concepto de IBI. Si el tipo impositivo aumentase hasta el máximo legal posible, la cuota a pagar pasaría a ser de 1.100 euros.
En otras muchas ciudades, el IBI ya es más elevado. Por ejemplo, en Barcelona se abona, de media, un tipo del 0,75%; en Valencia, el 0,97%; en Sevilla, el 0,84%; en Bilbao, el 0,97%; en Málaga, el 0,69%; y en La Coruña, el 0,73%. Solamente aplican un tipo más bajo que en Madrid en las ciudades de Zaragoza (0,56%), Logroño (0,53%) o Santander (0,50%).

Para rizar el rizo del exhausto contribuyente -madrileño y de cualquier otro municipio español-, los contribuyentes de esta ciudad ya vieron incrementado el año pasado en torno a un 5% la cuota a pagar, porque, casualmente, se realizó una nueva ponencia de valores (una revisión catastral que no se materializaba desde 2001), lo que supone que la base imponible del impuesto irá aumentando progresivamente hasta que en 2021 alcance un incremento medio del 78% con respecto a lo que se abonaba hasta el año pasado.

Lo único que pueden hacer los contribuyentes es acogerse a algunas de las bonificaciones que tienen aprobadas sus ayuntamientos (pagos fraccionados, aprovechamiento de sistemas de energía solar, familias numerosas, etc.) y, sobre todo, ahorrar para pagar un impuesto que, a pesar de lo que cuesta pagarlo, se encuentra todavía muy lejos del máximo importe que se puede abonar. Tanto en Madrid, como en la mayor parte de los municipios españoles.

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