El amor es ciego... pero el dinero no

Por complejos, por pudor o por miedo, muchas mujeres delegan sus asuntos económicos en otras personas.

Si quieres ver cómo se le tuerce el gesto a tu pareja o cómo tus amigas se remueven incómodamente en su silla, pregúntales cuánto ganan al mes, cuánto se han gastado en los regalos de las últimas navidades o a cuánto asciende su hipoteca... Y es que las mujeres están más dispuestas a hablar sobre sus problemas de salud o sus asuntos sexuales que sobre su salario y su situación económica.

Lo hemos visto en el cine, con ese memorable personaje interpretado por Cate Blanchett en 'Blue Jasmine', enfrentada de pronto a la bancarrota, tras una vida de ignorancia voluntaria. Y lo vemos también en encuestas como la que ha hecho la multinacional 'Fidelity Invesments', que pone de manifiesto algunas paradojas sobre la relación de las mujeres con el dinero. A pesar de que el 92% de las encuestadas aseguró que le gustaría aprender más sobre planificación financiera, el 80% no habla nunca del tema ni comparte sus deseos y planes con su familia o amigos. ¿Por qué?

El estudio encontró factores comunes que hacen que las mujeres sean muy reacias a "airear" sus finanzas en público. Admiten que no fueron educadas para hablar de dinero y creen que es un tema demasiado personal, incluso el 16% lo considera tabú. Dicho de otra manera, nos parece que hablar claro nos hace más vulnerables o hace sentir mal a los demás porque supone cruzar una frontera social tácitamente establecida.

El eterno lastre

En el caso de las parejas, se suma un tercer factor: las discusiones. El tema se evita para tener la fiesta en paz. Porque el dinero es el motivo más frecuente de enfrentamientos. El desacuerdo más común tiene que ver con lo que cada uno entiende por necesidad o capricho; le sigue el peliagudo asunto de los gastos inesperados y, por supuesto, el de los ahorros, casi siempre insuficientes.

Conclusión: el 55% de las parejas prefiere esquivar el conflicto y no hablar de sus asuntos financieros. Tiende, simplemente, a dejarse llevar, abonando así dos de los problemas más mortíferos en una relación de pareja: la incomunicación y el económico.

"Hablar de dinero abiertamente en nuestra sociedad no es un asunto que esté bien visto. Es una cuestión cultural y de educación. No procede preguntar cuánto ganas, o hablar abiertamente de nuestras deudas. Son, sin embargo, creencias limitantes que deberíamos cambiar desde la base. Si no aprendes sobre dinero cada día, es difícil que te relaciones bien con él en el futuro", asegura Francisca Serrano, profesora y directora de Trading y Bolsa para Torpes, que abordará la relación de las mujeres con el dinero en una nueva sección que estrenará muy pronto nuestra revista. SIGUE LEYENDO LA NOTICIA

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