El altavoz de las necesidades de los niños que sufren el cáncer

Jesús María González perdió a un hijo enfermo de cáncer a los 8 años. A los 2 años ya le[…]

Jesús María González perdió a un hijo enfermo de cáncer a los 8 años. A los 2 años ya le diagnosticaron un linfoma, que derivó en leucemia. Así que el presidente de la asociación Aspanion sabe muy bien cuáles son los problemas con que se topan los padres de enfermos oncológicos. El ámbito de actuación de Aspanion son las tres unidades de cáncer infantil que hay en Alicante y Valencia, y que dan cobertura también a Castellón, aunque las secuelas son universales. Como cuenta a este diario, González lleva desde 1985 observando la evolución en la atención psicosocial que precisan tanto pacientes como sus progenitores: «Cuando comencé los padres solo podíamos estar dos horas con nuestros hijos en las unidades. Ahora se puede las 24 horas».

«Tenemos pisos de acogida para los que llegan de fuera; ayudas al alquiler; al tratamiento; para prótesis capilares, incluso para el sepelio del niño, lo cual para un padre es terrorífico. Aspanion ofrece ayuda gratuita en función de nuestras posibilidades», dice, congratulándose porque la suya ha sido escogida como la mejor entidad altruista del año por el jurado de los premios ABC Solidario. El presidente de Aspanion, con su más de 4.300 socios, brega por que se den más facilidades. «Las unidades dde cáncer infantil necesitan cierto número de casos para que sean terapéuticamente rentables. En las valencianas, se dan entre 120-130 casos nuevos al año». El trabajo médico con estos pacientes está claro, pasa por garantizar la supervivencia de los enfermos, y Aspanion se afana en dar «calidad de vida a sus familias» para que no les falte de nada. «Hay que lograr que se creen más unidades, porque los enfermos adolescentes responden mejor a los protocolos pediátricos que si les mezclan con adultos; también mejora su supervivencia, en un 30% en el caso de la leucemia», asegura. Otro ámbito de actuación se enfoca en evaluar las secuelas que deja el cáncer pediátrico pasados 10 años del fin del tratamiento. «Cada evaluación de un niño cuesta 45 euros», dice González.

Aspanion se convierte, de este modo, en altavoz de las necesidades de los niños con cáncer, pero no solo durante el tratamiento, sino también mucho después. La supervivencia de un enfermo oncológico en edad pediátrica es de un 75%, pero un 67% (dos terceras partes) quedan con secuelas, asegura el presidente de Aspanion, por lo que hay muchos jóvenes que han pasado por uno de esos procesos y quiere alumbrar al resto de los nuevos diagnosticados.

Es el caso del grupo de los llamados Caminantes de Aspanion, muchachos adolescentes que se recorren escuelas y hospitales, para dar un poco de esperanza a quienes acaban de recibir el varapalo de un diagnóstico de enfermedad.

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*Catorce ediciones respaldan la solera de los premios ABC Solidario otorgados a los mejores proyectos, entidades y programas de voluntariados de diversas ONG e instituciones. Con el patrocinio deTelefónica y Santander, los galardones reconocen el trabajo que hacen estas entidades dentro y fuera de nuestro país y que redunda en beneficio de todos, como sociedad.

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