¿Crees que serías un buen empresario?

Antes de responder a esta pregunta tienes que saber cómo es un empresario. Yo lo definiría como un inconformista, alguien[…]

Antes de responder a esta pregunta tienes que saber cómo es un empresario. Yo lo definiría como un inconformista, alguien que busca la libertad y, sobre todo, alguien que es valiente y audaz. 

Mi experiencia como asesor en compraventa de empresas en ONEtoONE Corporate Finance me ha demostrado que la vida te sitúa ante diferentes situaciones que pueden terminar en un mismo destino. Nunca sabes qué día comienzas el camino que te ayuda a sacar el mayor provecho de tu talento.

Antes de nada te aconsejo que analices tu forma de ser y veas si tienes (o puedes adquirir) las características de un empresario. Conviene que te hagas una serie de preguntas para ver si realmente encajas en este perfil: «¿Tolero entornos inciertos? ¿Me gustan los retos? ¿Soy ambicioso?».

La característica principal de un empresario es su alta motivación. El fracaso no es una opción, tiene la certeza del éxito y la transmite a los demás. El empresario debe sentir una gran pasión por lo que hace.

Otra característica necesaria es la capacidad de adaptación. Ser empresario requiere flexibilidad, aprender a cambiar la organización sobre la marcha, según lo que acontezca.

Deseo de aprender cosas nuevas. El empresario no debe ser un experto en todas las áreas, pero sí debe interesarse por su funcionamiento y sus claves para poder dirigir de forma adecuada toda la organización y evitar así cometer errores.

La capacidad mental de asumir riesgos. Decidir ser empresario es por un lado excitante, pero por otro asusta. Hay que ser consciente de las dificultades que se pueden presentar, hay que estar preparado para afrontarlas. 

Capacidad de crear confianza. En los negocios, las relaciones humanas son imprescindibles, los empresarios de éxito desarrollan relaciones con gente destacada que les pueda ayudar más adelante. La honestidad es clave para lograr la confianza en cualquier negocio.

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Creatividad. Para una buena gestión, los problemas deben hacerse interesantes y las soluciones han de ser tan constructivas que todo el mundo quiera trabajar o hacer negocios contigo.

Tenacidad. Encontrarás dificultades y ser tenaz resultará fundamental para el éxito.

Un empresario es consciente de que cada tropiezo puede ser una nueva oportunidad para aprender y seguir adelante en la dirección adecuada. 

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Si al leer este artículo te has sentido identificado, ¡enhorabuena! Tienes madera de empresario. No te quedes esperando que aparezca la oportunidad, ¡búscala!
España necesita urgentemente emprendedores como tú que se lancen a innovar y a crear empleo.

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