Competencia no libera a Telefónica de sus obligaciones en telefonía fija aunque las suaviza

Por el contrario, si propone eliminar las "escasas obligaciones" que todavía permanecían en las redes minoristas

 Una de cal y otra de arena. Así se puede definir la actitud de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con Telefónica respecto a las obligaciones que históricamente ha tenido que soportar como operador dominante tras empezar a liberalizarse el mercado de telefonía fija.

En el caso de las redes de acceso minorista, el regulador defiende que se eliminen «las escasas obligaciones que todavía se mantienen», como ya ocurrió en 2012 con las cuotas de abono y de conexión. Por el contrario, en el mercado mayorista ve preciso que continúe la regulación precisamente para «garantizar un desarrollo competitivo» del minorista, de manera que los operadores alternativos puedan ofrecer sus servicios de acceso a la propia línea de Telefónica (AMLT).

Pese a la proliferación de los paquetes conjuntos de telefonía fija y banda ancha durante los últimos años, uno cada tres residentes en España aún tienen una línea fuera de este segmento. Hablamos de 6,4 millones de usuarios (el 33,6% del total), entre personas normalmente de avanzada edad y empresas pequeñas.

Y dado que en este mercado aún «no existe una competencia efectiva» y Telefónica «mantiene un poder significativo», la CNMC pretende que siga ofreciendo a la competencia el servicio de acceso mayorista a su línea «a precios orientados a costes».

Eso sí, puntualiza que la nueva regulación será «más relajada» que la anterior. Así, por ejemplo, sus competidores deberán contratar una línea y no cambiar de tráfico telefónico llamada a llamada, lo que les era más rentable.

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