La banca responde a las ganas de riesgo (moderado)

Preguntamos a la banca por su oferta en fondos de inversión para 2017. Las carteras perfiladas o de gestión discrecional brillan en un arranque de año más propicio para los dispuestos a asumir más riesgos, aunque los garantizados se resisten a desaparecer

Aunque la teoría dicta que uno debe invertir en preparación del escenario que se avecina, la realidad es que los ahorradores mueven su dinero según lo bien o lo mal que le ha tratado el mercado en los últimos meses e incluso semanas. Un rally de la bolsa supondrá flujos positivos para los fondos de renta variable y varios meses de incertidumbre implicará reembolsos. De momento, el balance de año es positivo y las entidades financieras notan ese cambio de ánimo en la actitud de sus clientes.

«Hay que coger algo de riesgo, darle vida a las carteras, porque todo parece apuntar que este año la renta variable lo va a hacer bien», señala Ana Rivero, responsable de producto y market intelligence de Santander AM España. El escenario económico les gusta y, teniendo en cuenta que los tipos de interés no van a repuntar en Europa en tiempo, según la experta, hay que seguir con los productos de tipo mixto, incorporando parte de renta variable. Matiza el «parte», porque no todo ahorrador puede estar en bolsa, pero sí hay que dejar de depender de la curva de la renta fija para ganar rentabilidad. «A 3 o 4 años vista, desde luego la renta variable me va a dar mucho más», concuerda Valero Penón, director general de Ibercaja Gestión. Para ayudar al inversor a dar ese paso hacia las acciones de una manera progresiva, que es como debe uno entrar en la bolsa, en Santander AM tienen la gama Evolución, vehículos que construyen a 20 y a 40 meses una cartera de renta variable, incrementando un 2 y un 4 por ciento cada dos meses respectivamente, hasta alcanzar un máximo del 20 y del 40 por ciento en esa clase de activos, respectivamente.

Cuanto más se complican los mercados, mayor importancia tiene la máxima que llevan insistiendo años los expertos: diversificación. Lo recuerda María Taboada, directora de producto de BBVA Asset Management e insiste en ello Valero Penón. En Ibercaja Gestión se puede hacer a través de un servicio de gestión discrecional o empaquetado en un fondo mixto. Para Penón, el año ha arrancado con la misma tendencia con la que acabó. Perciben esa demanda de mayor riesgo. Y los inversores hacen bien. «Hay que olvidarse de que los tipos en breve vayan a irse al 3 por ciento», insiste.

Abiertos a arriesgar (algo)

En Bankia esa actitud más abierta lo notan en el mayor interés por sus fondos perfilados, las gamas Evolución y Soy Así, por parte de muchos clientes de perfil conservador, inversores «tradicionalmente poseedores de productos garantizados y de renta fija de corto plazo», cuenta Pablo Hernández, director comercial de Bankia Fondos. Es una tendencia que coinciden en señalar las diversas entidades consultadas, aunque cada una de ellas se refiera a este estilo de gama de fondos con un nombre distinto. Son vehículos diferenciados por el nivel de riesgo que asumen, a través de la cual dan un «acceso sencillo» a prácticamente cualquier clase de activos. Y, a diferencia de estrategias más seguras, pero que exigen una vinculación de varios años, estas carteras de fondos permiten aportar o reembolsar en cualquier momento y sin coste alguno. En CaixaBank Asset Management canalizan esa demanda a través de carteras de gestión discrecional, es decir, que las decisiones se dejan en manos de expertos, a través de una cartera de fondos diversificada y global «que permite a la entidad ejecutar el mandato del cliente en función de sus objetivos», explica Arantzazu Loinaz, directora de negocio de CaixaBank AM. Al igual que Bankia Fondos, esta experta resalta su capacidad de invertir en un abanico amplio de activos. «Esto se ha demostrado especialmente importante en 2016, logrando rentabilidades positivas en todas las carteras», afirma. Ceder el mandato permite a la entidad llevar a cabo una gestión dinámica, con movimientos tácticos y ajustes mensuales con el fin de aprovechar las oportunidades de cada momento.

No nacen fruto de una estrategia nueva. La banca comercial ya lleva años impulsándolos en previsión de que los tipos en mínimos dejaran huérfanos a los inversores más conservadores, pero los periodos de turbulencias en la renta variable provocaba una huida de los que no estaban acostumbrados a la volatilidad. Este año, con un mercado más tranquilo, los ahorradores españoles vuelven a dar ese paso hacia la bolsa, en cantidades adecuadas a su perfil de riesgo, recalcan las firmas.

Demande flexibilidad

«Donde creemos que hay más valor y lo que nos piden los clientes es la gestión flexible y la asignación de activos», cuenta Taboada. En esa línea se mueven también en Deutsche Bank. Viendo que la renta fija ya no da nada, abogan por la flexibilidad para reaccionar a los mercados. Por eso, como explica Wolfgang Kania, responsable de fondos de inversión de Deutsche Bank España, desde hace tiempo apuestan por los fondos multiactivos flexibles, estrategias que pueden irse a duraciones cortas, tener algo de bolsa, invertir en divisas y ciertas materias primas, operar con derivados, etc. Además, como la firma tiene una arquitectura abierta, tiene libertad para ofrecer lo mejor de cada casa, aquellos gestores que han demostrado hacerlo muy bien en todos los activos. En su fondo de fondo, el DB Talento Gestión Conservadora, reúnen fondos estrella de gestoras como Nordea, UBS, Invesco y Flossbach, así como su buque insignia, el Deutsche Concept Kaldemorgen.

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Ir educando al ahorrador

Al igual que en 2016, en este nuevo ejercicio las gestoras seguirán dando pasos en términos de educación financiera. «Queremos pasar de un enfoque centrado en el producto a una de objetivos», apunta Taboada. El porqué del ahorro suele tener dos caras: una de horizonte temporal u otra de generación de rentas periódicas, tanto como complemento a la jubilación o no. Para esa primera necesidad en BBVA AM tienen la gama Objetivo. Dependiendo del horizonte temporal del inversor -puede ser a 2021, a 2026 o a 2031- se va variando la exposición a la renta variable, partiendo de un 10-15 por ciento. Porque sí, en una estrategia a largo plazo hay que tener algo de bolsa en cartera si espera rascar algo de rentabilidad. «Ya no hay inversión libre de riesgo», recuerda la experta de BBVA AM. Para esa segunda necesidad, la de generación de rentas periódicas, tienen su gama Reparto, compuesto por BBVA Mi Inversión Bolsa; BBVA MI Inversión Mixta; BBVA Mi inversión RF Mixta, que busca dar un 6, 3 y 1,5 por ciento al año respectivamente. En Santander, esa necesidad se soluciona con la gama Generación, que busca dar un 1, 2 y 3 por ciento respectivamente, invirtiendo en activos que generen ingresos.

Vuelven los fondos de bolsa

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Los fondos garantizados resisten pese a haber sido sentenciados al cementerio de los productos financieros cuando los tipos de interés tocaron fondo. En Bankia Fondos reconocen que seguirán lanzándolos para aquellos partícipes con una mayor aversión al riesgo. También coinciden en Santander AM, pero aseguran que serán menos agresivos en su comercialización. Las demás entidades tampoco hacen mención a ellos porque como reconocen desde Deutsche Bank, «no son la solución».

Quienes están preparados para volver a brillar son los fondos de bolsa puros, repudiados incluso por los inversores con un perfil más agresivo ante las incertidumbres políticas del año anterior. Pese a los reembolsos, la mayoría han mantenido su track record estable. En Santander, por ejemplo, destacan el Santander Acciones Españolas, el Santander Small Caps España y el Santander Dividendo Europa.

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