Brasil: ¿Podrá la crisis política cortar las alas a la recuperación económica?

En los últimos tiempos ya parecía que la incertidumbre política era un problema más propio de Europa y Estados Unidos[…]

En los últimos tiempos ya parecía que la incertidumbre política era un problema más propio de Europa y Estados Unidos que del mundo emergente. Pero, tras las aguas calmadas -al menos por ahora- al otro lado del Atlántico y los últimos resultados electorales en Holanda y Francia -que, de momento, y a falta de los comicios en Alemania e Italia alejan el fantasma del populismo en el Viejo Continente-, el escándalo de corrupción que afecta al presidente brasileño Michel Temer ha devuelto hacia Latinoamérica las miradas de los analistas geopolíticos. Y también las de los inversores.

Aún se desconoce el desenlace de la crisis -si habrá 'impeachment' al estilo del que echó del poder a Dilma Rousseff el año pasado, si Temer dimitirá (algo que de momento descarta), si la Corte Electoral decidirá la salida de presidente y elecciones anticipadas o si Temer conseguirá quedarse hasta el final del mandato, en enero de 2019- pero lo que más preocupa es si seguirá la agenda reformista en el país, incluso en el caso de que Temer deje de presidir Brasil. Y si la economía continuará dando pasos firmes hacia la recuperación y el crecimiento. 

Los gestores que invierten en ese mercado y que vigilan de cerca sus fundamentales, creen que ésa será la clave para sus inversiones. Muchos de ellos son optimistas en este sentido, ven a Brasil lejos de la recesión y en la senda del crecimiento, confían en la continuidad de la caída de la inflación y la bajada de tipos y por ello tratan de mantenerse alejados del ruido político. Porque además esas características, dicen, beneficiarán a las compañías que operan en Brasil, o fuera (en el caso de las exportadoras que se verían beneficiadas por un real más débil) y siguen encontrando oportunidades. Oportunidades que se acercan, y abaratan, gracias a la volatilidad. 

¿Seguirán las reformas?

«El mercado brasileño afronta un «Temer tantrum»: las acusaciones de corrupción podrían tener implicaciones para la recuperación económica y alterar las perspectivas de las elecciones presidenciales en 2018», comenta Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders. En su opinión, las consecuencias podrían ser amplias: «Las reformas del sistema de pensiones y mercado laboral podrían estar amenazadas».
Y es que el impacto crucial sobre el país dependerá, coinciden los gestores, de si la crisis política retrasa o incluso hace descarrilar las reformas planteadas. Entre ellas, señala Edwin Gutierrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen AM, la reforma de la seguridad social (y las pensiones): «Aunque un análisis optimista sugeriría que cualquier nuevo líder continuaría con el compromiso de Temer de aprobar su crucial reforma económica, es difícil imaginar que no se retrasará ni que las disposiciones clave no serán diluidas sin un liderazgo fuerte y claro». Y advierte el experto: «Con el gasto de las pensiones suponiendo ya un 40 por ciento de los gastos federales, la aprobación de esta contenciosa reforma política es fundamental para la sostenibilidad fiscal de Brasil y la credibilidad económica del gobierno».
«Suponemos, como los demás, que el ambicioso, pero necesario proceso de reformas se ha retrasado o incluso paralizado», explican desde Western Asset, filial de Legg Mason. «Si Temer dimitiera, Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, le sustituiría y la atención de los miembros del Congreso se desviaría hacia la elección de un nuevo presidente y la estructuración de una sólida coalición para volver a poner en marcha las reformas».

Impacto en los mercados bursátiles

Considerando que la ratio de aprobación del presidente es solo del 10 por ciento, las acusaciones debilitan su posición, algo que se ha venido notando en los mercados, que han sufrido fuertes caídas desde que estallara la noticia. «Aunque no esperamos que ninguna de nuestras carteras se vea directamente afectada, el impacto en el mercado de acciones brasileño y en la divisa ha sido dramático, con el índice Bovespa sufriendo importantes caídas mientras que la divisa se ha desplomado», recuerdan en Aberdeen AM. 

Pero los gestores prefieren adoptar una postura cauta, y pese a estar vigilantes, tratar de alejarse en lo posible del ruido político, e incluso aprovecharlo a su favor. En renta variable, gestoras como Aberdeen AM, Amundi, BNY Mellon IM, Deutsche AM, HSBC Global AM, JP Morgan AM, BNP Paribas AM, UBS AM o Santander AM tienen vehículos que invierten con fuerza en este mercado (ver cuadro).
«Estamos vigilando muy de cerca esta situación inestable para poder aprovechar la volatilidad del mercado en donde sea posible. No vemos ninguna implicación inmediata para nuestras carteras ya que seguimos invirtiendo en compañías de alta calidad en el mercado brasileño, con sólidos balances y flujos de caja resistentes», comentan desde Aberdeen AM. 

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Matthew Vaight, gestor del fondo M&G Global Emerging Markets, habla de los positivos fundamentales del país: «En este momento los inversores están centrados en la situación política y los mercados dominados por la incertidumbre y la especulación. Más allá del ruido, creemos que la situación económica del país está mejorando de forma gradual y se espera que haya crecimiento en el primer trimestre de este año. Los últimos datos de empleo son positivos, mientras la inflación cae. Desde nuestro punto de vista, parece que Brasil está pasando lo peor, pues la recesión podría estar terminando y la recuperación comenzando», dice. Así, y aunque existe el riesgo de que las reformas se retrasen, sigue siendo optimista sobre el futuro: «La mejoría económica debería ser positiva para las compañías, ayudando a impulsar sus beneficios, y las valoraciones actualmente son atractivas», añade. 

En las últimas crisis, en la entidad han añadido de forma selectiva y modesta nombres brasileños a la cartera y seguirán buscando aprovechar cualquier oportunidad de precio que se presente, pues Vaight considera que «las preocupaciones de mercado sobre la situación política resultan en caídas de precios excesivas». A finales de abril el fondo de bolsa emergente de la gestora tenía un 11,1 por ciento de exposición a Brasil, lo que implica una sobreponderación del 3,6 por ciento con respecto al índice.

En la misma línea, a Safa Muhtaseb, gestor de Clear Bridge Investments -filial de Legg Mason especializada en bolsa estadounidense- , el escándalo de Brasil no le hace cambiar su visión a largo plazo: «Nos gustan los fundamentales subyacentes de Brasil, que sigue constituyendo una enorme economía con una clase media creciente y de gran envergadura. Desafortunadamente, los fundamentales pueden resultar menos importantes a corto plazo, dado que la atención vuelve a centrarse en la situación política y las investigaciones en torno a la corrupción».

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Aunque reconoce que la agenda de reformas seguirá retrasándose y que el mercado de renta variable brasileño protagonizará altibajos a corto plazo, con un cierto riesgo de caídas y volatilidad, explica que «el escándalo y sus repercusiones podrían representar una oportunidad para iniciar o aumentar posiciones en empresas de elevada calidad en las que estar posicionados a largo plazo, dado que esperamos que el argumento fundamental sobre el crecimiento económico de Brasil y la expansión de su clase media se mantenga intacto».

Aprovechar las oportunidades

Stephen Tong, gestor de HSBC Global AM, considera igualmente que, aunque la agenda reformista está en peligro, hay factores positivos macro -como una menor inflación y tipos- que seguirán materializándose y, si bien a corto plazo prevé que continúe la volatilidad, cree que podría proporcionar oportunidades para añadir algunos nombres a la cartera. «Nuestra disciplina que se centra en compañías con una combinación de atractiva rentabilidad y valoraciones debería ayudar a los inversores a navegar en las incertidumbres de corto plazo», explica.

Louis d´Arvieu, gestor coordinador del fondo Sextant Grand Large, de Amiral Gestion, también habla de aprovechar las oportunidades: «Ya nada nos sorprende en la política brasileña. A corto plazo suele generar mucho ruido y volatilidad, cosa que si tenemos buenas ideas ya analizadas en la región, aprovechamos para invertir. Si se volviese a producir un escenario de fuerte volatilidad a raíz de las acusaciones de corrupción, sin duda, estudiaríamos el impacto en las cotizaciones de nuestros negocios favoritos para incrementar nuestras posiciones», explica.

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En cuanto a las inversiones en la región, han invertido en M DIAS Branco, una empresa de alimentación familiar, bien gestionada, con una visión de largo plazo y comprada a una valoración atractiva. También tienen una inversión en GP Investments, una empresa que hace capital riesgo y que fue fundada por Jorge Paulo Lemann, uno de los socios brasileños de Buffett en la famosa 3G Capital. 

Aunque cree que las reformas seguirán su curso,Luiz Ribeiro, gestor de los fondos Deutsche Invest I Brazilian Equities de Deutsche Asset Management, espera que la volatilidad domine en los mercados brasileños a corto plazo. «Sin embargo, basándonos en nuestra idea de que los pilares de la actual economía se mantendrán, lo veríamos como una oportunidad de compra en vez de venta. Continuamos siendo positivos en sectores ligados a la economía doméstica como consumo discrecional, básico y algunas financieras, pues seguimos esperando tipos de interés más bajos y una recuperación gradual de la economía tras sufrir la peor recesión en su historia».

¿Y en renta fija?

En renta fija, entidades como UBS AM, Bradesco o Santander AM son las algunas gestoras de fondos que invierten en deuda del país (ver cuadro), con fondos dedicados exclusivamente a Brasil. Para Gutierrez, es clave saber si la situación va a alterar el ciclo de recortes de tipos de interés, algo que en principio descarta, pero sí cree que «puede frenar el ritmo ya que el banco central ha señalado en sus actas en numerosas ocasiones que la velocidad de sus recortes de tipos depende en parte de los progresos de la reforma fiscal». 

«Los mercados de divisas, deuda pública y diferenciales corporativos ya están poniendo en precio la incertidumbre», recuerda Claudia Calich, gestora del fondo M&G Emerging Markets Bond, que considera que, aunque Brasil está sufriendo desde un punto de vista de los mercados, esta situación podría suponer «una oportunidad de comprar otros activos de emergentes u otros créditos descorrelacionados con la economía brasileña pero que estén sufriendo de forma similar».

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A diferencia de Calich, Sailesh Lad, gestor del AXA IM Emerging Markets Short Duration Bonds, considera que los riesgos de retraso en las reformas no se han puesto en precio aún en los mercados de renta fija y espera más volatilidad. Aunque es constructivo con suposiciones en deuda corporativa brasileña: «Los spreads se ampliarán en sintonía con el momento en la curva de tipos pero no vemos más cambios fundamentales en las compañías a las que tenemos exposición», que están orientadas fuera y podrían beneficiarse de una divisa débil. De ahí que no cambien su exposición, aunque monitorizarán la situación.

Entre los más negativos, desde Newton (BNY Mellon IM), Rob Marshall-Lee, gestor de la estrategia de emergentes globales, ha infraponderado el país durante mucho tiempo, incluso antes del escándalo, con un peso cero en su estrategia. «La fuerte corrección del mercado en respuesta a las acusaciones de Temer no me sorprenden. Los mercados de bolsa, renta fija y divisas habían subido mucho el año pasado, animados por una combinación de la mejora en la política y en los mercados de materias primas».Desafortunadamente, dice, ambos factores se revierten ahora tanto por la crisis política como por China, que ha retirado sus estímulos crediticios, lo que afecta al mercado de commodities y presenta un gran reto a las posiciones alcistas en el país.

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