Temer dice que ya no tiene que negociar con camioneros y espera normalización
El presidente de Brasil Michel Temer dijo hoy que el Gobierno "exprimió" todos los recursos para atender las demandas de[…]
El presidente de Brasil Michel Temer dijo hoy que el Gobierno "exprimió" todos los recursos para atender las demandas de los camioneros que desde hace nueve días protestan por el precio del diesel, y se mostró esperanzado en que mañana "todo vuelva a la normalidad", informaron fuentes oficiales.
Aunque Gobierno y camioneros llegaron el domingo a un nuevo acuerdo que dio otras concesiones a los transportadores, aún hay vías bloqueadas en todo el país lo que ha causado desabastecimiento de combustibles, alimentos e insumos hospitalarios y de producción industrial.
"Hicimos lo que fue posible. Exprimimos todos los recursos gubernamentales para atender a los camioneros y para no perjudicar a Petrobras. En ese momento ya no tenemos cómo negociar", dijo Temer en una entrevista con la televisión estatal.
Sin embargo, Temer tiene la "impresión de que "entre hoy y mañana eso estará normalizado".
El presidente citó además la determinación de la Confederación Nacional de los Transportadores Autónomos (CNTA) para que la categoría vuelva a retomar sus labores.
En una nota divulgada a la prensa, la entidad evaluó con éxito la paralización iniciada el 21 de mayo, recordó las negociaciones con el gobierno y señaló que si la categoría no volvía al trabajo "todo lo que se conquistó corre el riesgo de perderse".
"Entendemos que de aquí en adelante sólo habrá perjuicio a los camioneros, de modo que la CNTA y todas las entidades sindicales de su base piden la comprensión por el fin de la paralización", finaliza la nota.
En el balance de este martes, ocho aeropuertos continuaban sin gasolina y los hospitales anunciaron riesgo de desabastecimiento que podría causar la muerte de pacientes que no cuentan con los suministros para cirugías o tratamientos médicos especializados.
Los centros de abastos de ciudades como Río y Sao Paulo comenzaron a recibir algunas frutas y verduras y el transporte público retorna lentamente a la normalidad.
En Río, más gasolineras fueron abastecidas pero aún continuaban las kilométricas filas de los conductores a la espera del combustible, ya que son innumerables las instalaciones que aún no reciben el queroseno.
El transporte público operó en casi en un 70 % y las escuelas y universidades abrieron sus puertas.
El pasado jueves el gobierno cerró un acuerdo con algunos representantes de los camioneros y el domingo Temer volvió a negociar con los transportadores donde acordó una reducción mayor del combustible y por más tiempo, la eliminación del peaje para camiones vacíos que transiten con ejes levantados y un precio mínimo para el fletes, entre otros.
La huelga de los camioneros llevó a Brasil a una crisis de desabastecimiento de combustibles y alimentos como frutas, verduras, hortalizas, lácteos y productos cárnicos sin precedentes.
Ante la falta de insumos por el paro camionero, las industrias también se han visto obligadas a frenar su producción por lo que las pérdidas económicas son incalculables.
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