Comienza el juicio por el polémico asesinato de Hélène Pastor, la segunda mayor fortuna de Mónaco

Wojciech Janowski, sospechoso del asesinato de su suegra, la millonaria Hélène Pastor, de 77 años, comparece a partir de este[…]

Wojciech Janowski, sospechoso del asesinato de su suegra, la millonaria Hélène Pastor, de 77 años, comparece a partir de este lunes junto a otros nueve acusados, juzgados por su implicación en la planificación del crimen cometido en 2014.

El 6 de mayo de 2014, Pastor, heredera de un imperio inmobiliario y segunda mayor fortuna de Mónaco, murió después de recibir varios disparos junto a su chófer Mohamed Darwich, de 54 años, cuando ambos salían en su vehículo de un hospital de Niza. La millonaria había ido al establecimiento a visitar a su hijo Gildo. Las dos víctimas, gravemente heridas, sucumbieron algunos días más tarde.

En poco tiempo, la Policía encontró sin demasiadas dificultades la huella de los presuntos asesinos: dos marselleses, ya condenados por delitos violentos y por tráfico de estupefacientes. Con el rostro descubierto, Samine Said Ahmed, de 28 años, acusado de haber disparado, y Al Haïr Hamadi, de 35, acusado de haber vigilado ante el hospital, dejaron multitud de pruebas de su culpabilidad.

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El 23 de junio de 2014, los investigadores emprendieron una ola de arrestos que afectó a Sylvia, la hermanastra de Gildo, y a su pareja desde hace 28 años, Wojciech Janowski, de 69 años, cónsul honorario de Polonia en Mónaco y hombre de negocios. La hija de Hélène Pastor, cuya fortuna se estima en unos 12.000 millones de euros, fue eximida de toda responsabilidad, pero no Janowski.

Janowski lo tiene difícil: según la acusación, malversaba desde hacía años para su beneficio o el de sus empresas una gran parte de los 500.000 euros que Pastor entregaba a su hija cada mes. «Han ejercidio una presión terrible sobre mí, me han amenazado de acusar a mi mujer, Sylvia, así que he cedido», confió a su abogado el hombre que el día antes del asesinato organizó una recepción pagada por su pareja para celebrar la fiesta nacional polaca en un hotel de lujo.

Pascal Dauriac, el antiguo entrenador de Janowski, admitió ser el organizador del doble asesinato, pero aseguró que fue «manipulado» por el polaco: «Me dijo que su suegra era un monstruo», explicó a los investigadores. Su suegra hacía vivir un «infierno» a su hija y prefería a su hermanastro Gildo, al que también quería quitar la vida, según su versión.

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