La hora de la verdad del tren del oro nazi perdido en Polonia
Cazatesoros polacos y alemanes han comenzado a excavar en el sitio del suroeste de Polonia donde se cree que permanece[…]
Cazatesoros polacos y alemanes han comenzado a excavar en el sitio del suroeste de Polonia donde se cree que permanece oculto un tren blindado nazi perdido en 1945 con una carga de hasta 300 toneladas de oro, joyas y antiguas reliquias requisadas por los soldados de Adolf Hitler.
Piotr Koper y Andreas Richter aseguraron a principios de agosto del año pasado que habían localizado el tren enterrado a más de 100 metros de profundidad bajo las montañas de la ciudad de Walbrzych, gracias a un mapa dibujado en su lecho de muerte por uno de los soldados alemanes que participaron en la ocultación del convoy ferroviario.
Según la leyenda local, ante el avance del Ejército Rojo en 1945, los nazis decidieron trasladar el tesoro a un lugar seguro del Tercer Reich, pero el tren blindado desapareció bajo las montañas, cerca del castillo de Ksiaz, en un gigantesco complejo de túneles que Hitler habría ordenado construir con fines desconocidos. Durante décadas han circulado rumores en la región sobre este tren nazi blindado y cargado de armas, pero también posiblemente de joyas, oro, obras de arte y documentos de archivo, que habría desaparecido en la ruta ferroviaria entre Breslavia y Walbryzch.
Un estudio realizado por la Universidad de Cracovia apunta a que es poco probable que el tren se encuentre enterrado en la ubicación determinada por los dos cazatesoros. Sus exámenes con proyecciones geomagnéticas y cámaras térmicas en la zona confirmaron la existencia de un túnel subterráneo, pero no se hallaron pruebas de la presencia del convoy.
El responsable del equipo de investigadores de la facultad de Geología de la universidad de Cracovia, Janusz Madej, explicó el pasado diciembre que durante un mes inspeccionaron un tramo de 35 kilómetros de la línea férrea que une las ciudades polacas de Breslavia y Walbrych, después de que el Ejército revisase la zona para evitar posibles restos de explosivos de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Madej dejó una puerta abierta a la existencia del misterioso tren, al reconocer que las lecturas de sus instrumentos podrían haberse visto afectadas por los cables de alta tensión cercanos a la línea ferroviaria.
El anuncio de los cazatesoros alcanzó tal notoriedad que la localidad de Walbryzch se convirtió en centro de atención para la prensa mundial y cientos de aficionados a la historia, buscadores de tesoros y simples turistas se acercaron a la ciudad en busca del tren del oro nazi. Hasta el anterior ministro de Cultura polaco afirmó su existencia al 99% y se llegó a movilizar al Ejército para proteger la zona donde se suponía que estaba enterrado.
Koper y Richter han obtenido ahora los permisos necesarios y han comenzado a excavar en tres sitios de un área de Walbrzych. «Tenemos que encontrar una vía férrea, probablemente la entrada de un túnel de ferrocarril y, si existe el túnel, debería haber un tren allí», ha dicho a los medios polacos Andrzej Galik, portavoz de los buscadores de tesoros. «¿Qué esperamos? Desvelar una especie de cápsula del tiempo, algo de esa época, de la época de la Segunda Guerra Mundial... Estamos esperanzados».
Galik ha señalado que los análisis del radar de penetración son «muy prometedores». Se espera que el equipo informe sobre los resultados en los próximos días, según recoge Reuters.