LAB pide ante el Legislativo "voluntad política" contra la brecha salarial
El sindicato LAB ha denunciado hoy con una concentración ante el Parlamento de Navarra la "brecha salarial de género" y[…]
El sindicato LAB ha denunciado hoy con una concentración ante el Parlamento de Navarra la "brecha salarial de género" y ha registrado en el Instituto Navarro para la Igualdad un escrito que pide avances en políticas feministas que acaben con este "problema estructural".
Tras una pancarta con el lema "Soldata arrakala ez da kopuru bat. La brecha salarial es un problema político", una veintena de delegados de LAB ha mostrado ante la sede del Legislativo su crítica por la desigualdad de género también en los sueldos, "una herramienta del sistema para no valorar nuestros trabajos".
Tras dirigirse el pasado año a las empresas sin éxito, este año el sindicato ha decidido apelar a las instituciones "porque no han hecho nada al respecto, porque nos intentan engañar con planes institucionales que saben de antemano que no son la solución, porque tienen una responsabilidad directa sobre las condiciones laborales en las que nos encontramos las mujeres".
Además, les responsabilizan "porque no obligan a las empresas a poner medidas reales en marcha, porque permiten que la brecha salarial se mantenga, porque fomentan las subcontrataciones enriqueciendo a sus empresas y legitimando la brecha salarial, porque sostienen un sistema capitalista que atenta contra nuestras vidas por su irresponsabilidad política".
Explican que la "brecha salarial" tiene diferentes manifestaciones, como no contratar a mujeres en la industria, sobrerrepresentarlas en el trabajo de los cuidados, subcontratar los trabajos feminizados en el sector público, generar la "división étnica" del trabajo asignando los peores a mujeres inmigrantes.
Con todo ello, LAB pide, entre otras "medidas de transición", la obligatoriedad de planes de igualdad en todas las empresas, el reconocimiento de los trabajos de los cuidados, o las condiciones dignas para las trabajadoras del hogar.
Todo ello busca acabar con la "división sexual" del trabajo, reorganizar todos los trabajos socialmente necesarios, priorizar el derecho a la conciliación pero no únicamente para las mujeres, fomentar la corresponsabilidad real, exigir "unas jornadas laborales compatibles con la vida", un reparto justo del trabajo, del empleo y de los tiempos.
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