Grecia: ¿a la tercera va la vencida?

Nos encontramos ante una nueva negociación con Europa que suavice los términos del actual rescate y concrete un nuevo paquete de ayuda, especialmente ahora que el caso de España ha sentado cierto precedente de flexibilidad

Después de que nueve millones de votantes griegos nos hayan tenido conteniendo la respiración, la victoria de Nueva Democracia representa un calmante para el mercado  y hasta que podamos completar el análisis una vez hayamos podido valorar:

La capacidad de formar un gobierno estable

El poder de negociación con Europa

El compromiso con el mantenimiento de Grecia en la Eurozona

Los gobiernos europeos parecen dispuestos a hacer más concesiones a Grecia para evitar la situación sin precedentes de una ruptura, lo que causaría un impacto brutal en los mercados financieros internacionales.

La presencia de la izquierda de Tsipras en el gobierno sería una potente carta negociadora para Grecia. En cuanto a Grecia, una salida de la Eurozona llevaría a la bancarrota de bancos y empresas, agravando una situación social ya desastrosa, poniendo además al gobierno y a las propias instituciones en situación de colapso, ya que el país no será capaz de hacer frente a las nóminas y pensiones del mes de julio sin el apoyo internacional.

Igual que sucedía durante la guerra fría, tampoco ahora nadie pulsará el botón nuclear. De modo que bajo el escenario de que Grecia se mantendrá dentro del euro, algo que sin embargo por sí mismo no resuelve los problemas de Grecia, es más que probable que sea necesario un tercer rescate y una nueva reestructuración de su deuda, hasta cuya negociación y concreción, que se extendería durante este verano, podemos esperar nuevas turbulencias y una mini crisis bursátil, algo que ya están descontando los líderes mundiales, que se reúnen en México mañana y podrían acordar una acción coordinada que haga digerible el trago hasta que Grecia alcance aquellos requisitos que permitan obtener nueva ayuda. Veremos si en esta ocasión se cumple aquello de que a la tercera va la vencida.

Descartado por lo tanto el escenario rupturista, nos encontramos ante una nueva negociación con Europa que suavice los términos del actual rescate y concrete un nuevo paquete de ayuda, especialmente ahora que el caso de España ha sentado cierto precedente de flexibilidad. Esto a su vez facilitaría que un nuevo gobierno pueda continuar con el programa de ajustes. La solución parece que pasa por lo tanto por conceder al nuevo gobierno algo que entregar al electorado a cambio de seguir con el programa de consolidación fiscal y reformas.

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Estos días por lo tanto estemos atentos a los gestos y a la letra pequeña, porque lo más probable es que estos comicios conduzcan finalmente a la formación de un gobierno razonablemente funcional que esté dispuesto a cooperar con la Unión Europea en calmar los nervios de inversores, ciudadanos y gobiernos y llevar la situación de vuelta a un territorio más equilibrado. Incluso, con la incertidumbre reducida en la Eurozona y sin la parafernalia que actualmente domina las declaraciones políticas en el continente, que sigue teniendo un menor déficit fiscal y déficit que los Estados Unidos y Japón y una balanza comercial más equilibrada, Europa podría empezar a parecer una región comparativamente saludable hacia final de año.

Nos espera un verano complicado, pero podríamos estar ante un punto de inflexión en la gestión económica de la crisis europea. Eso sin olvidar que no dejaría de ser una percepción en relación con un mundo inestable en el que las tensiones financieras que llevaron a la crisis de 2008 no solamente no han desaparecido, sino que se han visto incrementadas por otras de nueva generación, por lo que pase lo que pase en Grecia y en las inevitables negociaciones que seguirán al resultado, incluso contando con la permanencia de Grecia en el euro, será difícil de evitar varios años más de dificultades y tensiones en la economía mundial.

REUNIÓN DE LA FED: ¿TWIST 2 A LA VISTA?

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Muy importante la reunión y posterior comparecencia de Ben Bernanke este miércoles. En mayo, la inflación cayó por debajo del objetivo de la Fed del 2% interanual y con unas expectativas de inflación cada vez más moderadas es probable que se aproxime al 1% hacia final de este verano. Y siendo la deflación el tipo de enfermedad que es mejor prevenir que curar, habrá que estar atentos a la posibilidad de que en la reunión de FOMC se pueda decidir hacer algo al respecto, y de ser así en qué forma, Twist2 o QE3. Está previsto que la operación Twist finalice este mes de junio y una nueva edición del programa parece una opción equilibrada.

Cualquier decisión por parte de la Fed parece en cualquier caso que estaría supeditada a lo que podría ser una acción coordinada con los bancos centrales del G7, que podrían celebrar el lunes o el martes, coincidiendo con la cumbre del G20 en Los Cabos, una reunión de urgencia si la situación lo exige.

ESPAÑA: WYMAN Y BERGER PRESENTAN LOS RESULTADOS DE LA AUDITORIA

Esperamos que se adelante a esta misma semana la publicación de los resultados de la auditoría llevada a cabo por Oliver Wyman y Roland Berger a la banca española, una dato que llegará enmarcado en el anuncio del Gobierno español de que no tiene previsto someterse a las recomendaciones del FMI. Este gesto, adicionalmente a unas cifras que se prevén superiores a las estimaciones iniciales de necesidades de capital para el conjunto del sistema financiero español, podrían volver a colocar al bono español en una posición especialmente vulnerable.

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Estaremos atentos a las subastas de deuda que hay previstas esta semana, en las que lo definitivo será el objetivo mínimo/máximo de colocación (esperamos que será reducido teniendo en cuenta el resultado de la reciente colocación italiana). Por destacar algo positivo, aunque hemos rondado el 7% de rentabilidad en el bono a 10 años, no se ha superado esa cifra, nivel que se considera que activa los resortes de intervención, en cierres diarios. Esta situación, adicionalmente a que los últimos días hemos visto ventas de futuros de deuda italiana, nos llevan a pensar que el mercado espera una intervención europea que de un modo u otro eleve el precio de los bonos y haga descender su rentabilidad.

La cifra que resulte de la auditoría a la banca será claramente superior a las estimaciones previas del FMI (37.000 millones de euros) y podría aproximarse a los 70.000 millones de euros. Aunque hay que tener en cuenta que dos terceras partes de dicha necesidad de capital iría destinada a entidades ya intervenidas, la parte más sensible del informe es aquella que podría arrojar necesidades no estimadas hasta ahora en bancos de tamaño mediano, siendo Banco Sabadell y, sobre todo, Banco Popular, las entidades que podrían dar una sorpresa desagradable.

PREPARACIÓN DEL CONSEJO EUROPEO

Por último, destacar la reunión del miércoles en Berlín entre Ángela Merkel y el holandés Mark Rutte, que tiene carácter preparatorio para la reunión del Consejo Europeo de los días 28 y 29 de junio, al que tampoco atribuimos propiedades mágicas en la resolución de esta crisis. La arquitectura institucional europea es la que es y aunque no vemos que la cumbre, ni lo que veamos estos próximos días nos vaya a salvar de una mini crisis bursátil este verano que nos lleve a nuevos mínimos del año en las bolsas mundiales, esperamos que al menos servirá para resolver las actuales discusiones nominativas sobre la situación de España.

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