Eurogrupo

Prácticamente un mes después de la reunión del BCE en la que se detalló el programa que posibilita la compra de deuda de un país, ha comenzado la reunión de Eurogrupo bajo la aparente ilusión de que España puede evitar la petición de ayuda financiera europea

Prácticamente un mes después de la reunión del BCE en la que se detalló el programa que posibilita la compra de deuda de un país, ha comenzado la reunión de Eurogrupo bajo la aparente ilusión de que España puede evitar la petición de ayuda financiera europea.

Los ministros de finanzas europeos se reúnen para preparar la cumbre de la UE prevista para los días 18 y 19 de octubre con varios asuntos pendientes sobre la mesa, a saber, (1) Grecia: el gobierno y la Troika están manteniendo interminables negociaciones sobre las medidas necesarias para cumplir los objetivos presupuestarios que se han establecido como parte del programa de rescate; la decisión de liberar el próximo tramo del préstamo (31.500 millones de euros) depende del informe de la troika que el mercado espera hace meses; (2) España: una vez que las pruebas de estrés bancario desagregadas por entidades han identificado unas necesidades de recapitalización próximas a los 60.000 millones de euros, aún está por verse de qué fondo vendrá la ayuda (EFSF, ESM) y cómo se recibirá (FROB, el estado, los bancos);
(3) También con España como centro de atención y en el frente soberano, la petición de ayuda todavía no se ha hecho a pesar de las insistentes presiones europeas sobre el gobierno de España para que de este paso, sin el cual no se pondrá en marcha la compra de deuda por el BCE; (4) Unión bancaria: el tema es posiblemente el asunto de abordaje más difícil y está dividiendo a los Estados miembros en relación con el calendario y el alcance de la supervisión unificada, siendo además una cuestión que se superpone con la cuestión de la ayuda para los bancos españoles; (5) ESM: una vez que se ha completado el proceso de ratificación de este mecanismo su creación e implementación se hace oficial de manera inmediata.

En cuanto a la valoración que haga el Eurogrupo del presupuesto presentado por el Gobierno español, aunque se percibe que es un proyecto de presupuesto restrictivo para 2013, con una reducción del déficit público en 1,8 puntos del PIB, también hay consenso en que resulta carente de credibilidad debido a que se basa en supuestos muy optimistas, tanto en las previsiones macro (una contracción mero 0,5% en el PIB real) y como en el escenario político (se presupuesta una importante contribución regional a la reestructuración presupuestaria).

El mejor indicador de que ya está decidida la petición del rescate es que adicionalmente se ha elaborado una larga lista de reformas, algunas de las cuales ya se han puesto en marcha, en un intento de protegerse de demandas adicionales de Europa o el FMI en caso de que un programa de ayuda financiera internacional sea finalmente necesario. En cualquier caso la sensación de alivio vinculado al anuncio del plan Draghi todavía persiste, motivo por el que la tensión ha disminuido, lo que crea una sensación de calma, lo que, ante la naturaleza estigmatizante de una petición de rescate, favorece la ilusión de que pude evitarse la petición de rescate.

Los objetivos de déficit ya han sido revisados ​​dos veces y durante los ocho primeros meses del año el déficit del gobierno central se aproxima al 5% del PIB, es decir, un aumento del 23,7% frente al mismo periodo de 2011. No hoy información fiable sobre la situación a nivel de las Comunidades Autónomas. Mientras tanto la morosidad de la banca avanza al mismo ritmo que continúa subiendo la tasa de desempleo y se desploman los índices de confianza. Todo lo anterior ha dado lugar adicionalmente a un clima social cada vez más tenso, con las llamadas a la independencia desde Cataluña y las crecientes manifestaciones contra las políticas del Gobierno, en un escenario cada vez más sombrío que nos lleva a concluir que incluso los escenarios más extremos, como una reestructuración de la deuda soberana de España o incluso llamadas desde algunos ámbitos políticos domésticos al abandono de la Eurozona, por desgracia, no pueden descartarse por completo.

En portada

Noticias de