Así invierten los españoles en ESG

La subdirectora general de Spainsif, Andrea González, pone al día el estado de la inversión ESG en España. Duración: 20 min

  • 00:00 Introducción
  • 01:30 La edad de oro de la ESG
  • 03:56 El inversor ESG quiere influir
  • 10:20 El aterrizaje de la Mifid verde
  • 15:12 España, en modo prudencia con la Mifid
  • 17:28 El reto para la industria ESG

Crónica relacionada con el podcast

El camino expansivo de la inversión ESG en el mundo durante los últimos años no trazó un recorrido lineal, sino uno repleto de curvas en el que inversores, gestores e instituciones cometieron aciertos y errores.

El recorrido de la inversión ESG, además, sigue avanzando a día de hoy, y brilla tanto por sus nuevas ideas, como peca de algunos fallos en las cantidades a invertir, o en la forma de aplicar las nuevas regulaciones.

En España, tal como explicó la subdirectora general de Spainsif, Andrea González González, a su paso por el podcast de Social Investor, este «viaje de inversión sostenible» comenzó un poco más tarde que en algunos vecinos europeos, como pueden ser Francia y el Reino Unido.

Pero una vez se puso en marcha, siguió «una progresión natural» lógica, porque «empezar por las estrategias más sofisticadas, en el caso de la inversión sostenible, es el equivalente a empezar la casa por el tejado».

El avance, no obstante, logró que el inversor español ya no se conforme exclusivamente con apartar de su cartera aquellos valores con los que no se siente cómodo en materia ESG, sino que ahora opta por influir incluso en esas empresas menos comprometidas en este sentido.

Un cambio de impacto en la inversión ESG

«Empiezas por las exclusiones, por establecer estrategias de selección de empresas y de valores que eviten ciertas controversias o cuestiones que no estén alineadas con tu política de inversión. Luego pasas a premiar las que sí están alineadas, de manera que intentas tener ya un poquito más de influencia positiva», explicó González en los micrófonos de la casa.

«Y luego están las estrategias de propiedad activa, las que decimos que son más sofisticadas: el diálogo activo con la compañía en campañas de voto, o la inversión de impacto en la que tú cuantificas, antes de hacer la inversión, qué impacto quieres tener en qué indicadores, y los persigues de manera proactiva», agregó.

La experta apuntó, además, que el año pasado fue el primero en que Spainsif detectó en su estudio anual que la integración ESG superaba a las exclusiones.

«Éramos un mercado tradicional de exclusiones y vemos que las estrategias de engagement y voting, y las estrategias de inversión de impacto, van despuntando», afirmó.

Estas estrategias de inversión más proactivas, sin embargo, no olvidan las exclusiones anteriores.

«Tú no dejas de excluir la inversión en armamento ilegal para hacer inversión de impacto, no, tú sigues manteniendo esos filtros de exclusión en cuestiones mínimas, y luego vas sumando capas de complejidad», señaló la subdirectora general de Spainsif.

«Ahora, el inversor sostenible se está encontrando un perfil más activo de querer influir en el entorno, y ahí son las estrategias más avanzadas las que tienen más potencial para, al final, cambiar hacia dónde se canalizan los capitales. Y con ese cambio, generar transformaciones en la economía real», concluyó.

Una proactividad, y una sofisticación en las estrategias de inversión sostenible, que acercaron a España al nivel de economías europeas con mayor recorrido, como las mencionadas Francia y Reino Unido.

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