Los avances ESG impulsan a una Repsol desatada

Repsol cerrará el 2022 como uno de los mejores valores del IBEX 35 gracias a la fuerza del petróleo, pero también al esfuerzo de la compañía por acelerar su transición energética

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol

Repsol está a las puertas de cerrar el año 2022 como uno de los mejores valores del IBEX 35 y de recoger unos beneficios récord que en septiembre ya tocaron los 3.222 millones de euros.

La empresa dirigida por Josu Jon Imaz, no obstante, también clausurará el 2022 habiendo firmado unos avances ESG que contribuyeron a su buen momento de forma bursátil y crediticio.

Y es que, si bien el flujo de caja y la fortaleza del petróleo fueron los motivos principales para que entidades como Moody’s o Deutsche Bank mejoraran los ratings de la empresa o ratificaran los consejos de compra sobre sus acciones, las operaciones ESG de Repsol también jugaron un factor fundamental en este sentido.

Una relevancia de estos pasos hacia la sostenibilidad en el devenir de Repsol que la propia empresa asumió en su informe anual de compromiso ESG, y que allanan el camino hacia una transformación energética que la petrolera considera clave para su futuro.

Repsol pasa el examen de Moody’s a su compromiso ESG

«La presencia de inversores ESG en nuestra base de accionistas institucionales ha seguido aumentando, alcanzando un máximo histórico del 39,9 por ciento a marzo de 2022, frente al 34,1 por ciento de marzo de 2021″, apuntó Repsol en su informe ESG.

«Creemos que estos resultados ponen de manifiesto la credibilidad de nuestra estrategia ESG, y muestran nuestro compromiso con la transparencia y la voluntad de involucrarnos con los inversores», añadió la compañía.

Unas palabras que, a ojos de instituciones como Moody’s, tienen todo el sentido más allá del marco puramente discursivo de la compañía, puesto que la opinión la agencia en su última actualización de ratings fue que «las consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza fueron un factor determinante en la asignación de la (nueva) calificación de Repsol».

«Moody’s ha considerado tanto la aceleración de las inversiones de Repsol en negocios con bajas emisiones de carbono como el aumento de las opciones de la compañía para salir, potencialmente, del negocio de upstream con la venta de una participación del 25 por ciento en esta división«, explicaron desde la agencia.

Unas consideraciones que fueron positivas a pesar de incluir en la balanza el hecho de que la entrada de EIP y Crédit Agricole como accionistas minoritarios en la división de renovables de Repsol «añade una capa de complejidad» a su gobernanza.

Operaciones que extienden el optimismo respecto a la transición energética de Repsol

A pesar de la buena acogida ya demostrada por el mercado a la apuesta de Repsol por las energías renovables, la cotizada española quiso acabar el 2022 dando una nueva muestra de este compromiso, y anunció la compra de Asterion por 580 millones de euros.

Una operación que ya contó con el beneplácito de expertos como Alfonso Batalla, de Renta 4, que afirmó que la compra da a Repsol «una mayor visibilidad del cumplimiento de sus objetivos de generación renovable de cara a 2025«, y que esta semana se validó también desde Deutsche Bank, por ejemplo.

El banco germano emitió un informe respecto a la compañía en el que indicó que el impulso de la empresa española a las energías renovables «cobra fuerza», y que es probable que la compañía supere sus objetivos fijados para 2025

«El objetivo de Repsol es alcanzar 6 GW de capacidad operativa de energía renovable en 2025, y 20 GW en 2030. Teniendo en cuenta que actualmente tiene 1,6 GW de proyectos renovables operativos, 2 GW de proyectos en construcción y otros 700 MW de proyectos en desarrollo, parece probable que se supere el objetivo de 2025″, aseguraron desde Deutsche Bank.

Por ello, la entidad financiera reiteró su consejo de compra y el precio objetivo de 16,5 euros asignados a las acciones de la empresa del IBEX 35, detallando que Repsol es su segunda opción favorita en el sector petrolero, después de Shell.

Una elección que se justifica porque su ratio estimado de deuda/(FCd en 2023 se sitúa en torno a las 2,7 veces, frente a la media del sector de 4,2 veces. Y también porque sus previsiones de distribución entre los accionistas para 2023, incluyendo las recompras de acciones, se eleva hasta el 12,4 por ciento, encumbrando a Repsol como líder del sector junto a OMV.

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