Eva Díaz, directora general de la comunidad de Euthenia y referente social como mujer trans y alta ejecutiva, cree que el camino hacia la igualdad de género pasa porque las mujeres alcancen posiciones de poder dentro de las empresas. 

“Si queremos conseguir la igualdad, no necesitamos programadoras, necesitamos ejecutivas. La igualdad se consigue desde el poder. Punto. Y el gran motor del cambio en la sociedad es la empresa. No es el activismo. Por eso, tenemos que conseguir un poder real, fáctico en la empresa”, dijo Díaz en el último podcast de Womenvalue. 

Para Díaz, la manera de lograr ese “poder real” en la empresa pasa por influir en la cuenta de resultados.  

Por el contrario, los puestos directivos que no influyen directamente sobre el negocio contribuyen a crear una falsa ilusión de avance. 

“En muchos consejos de dirección hay mujeres en puestos no ligados a la cuenta de resultados como comunicación y marketing, asesoría legal o responsabilidad social corporativa. Pero el poder es el que trabaja directamente sobre la cuenta de resultados. Si estamos en una situación lateral, cubrimos una estadística, pero no estamos influyendo realmente”, destacó Díaz. 

Empoderamiento femenino

Y, para llegar a esas posiciones de poder, es necesario que las mujeres se empoderen, confíen en sus propias capacidades de liderazgo y luchen por ello. 

“En muchas ocasiones, ni siquiera nosotras nos lo creemos. Nos autolimitamos. Obviamente, tenemos el techo de cristal, el tema de la maternidad -cómo congelas tu carrera durante un tiempo- pero, una vez que pasamos ese techo de cristal, tenemos que creer en nosotras”, añadió. 

Y no es por falta de capacidades. De hecho, podría decirse que el liderazgo femenino tiene unas cualidades que destacan en el momento actual, a su juicio. 

“Como mujeres, tenemos un liderazgo diferente al del hombre. Basado en la persona, en la colaboración, en los valores. Es el liderazgo del futuro, el liderazgo del presente. En cambio, el liderazgo jerárquico se ha quedado totalmente obsoleto en los entornos en los que nos movemos. Pero nosotras no creemos en ello. En muchas ocasiones, tratamos de masculinizar nuestro liderazgo. Y eso, mentalmente, nos sitúa en una posición inferior”, advierte. 

Eliminar los sesgos que limitan a las mujeres

Ese tipo de sesgos son los que es preciso eliminar, apuntó Díaz, quien precisamente está involucrada en una iniciativa encaminada a potenciar el liderazgo femenino en los países del arco mediterráneo. 

Se trata de la comunidad de Euthenia, un proyecto de la Fundación Friedrich Naumann (del partido liberal alemán), que busca establecer modelos de colaboración, formación y mentorización, con el objetivo de impulsar las nuevas generaciones de mujeres ejecutivas en los países del Mediterráneo. 

Además del empoderamiento femenino, una de las áreas en las que incide el programa es en el concepto de personal branding o marca personal. 

Sobre esto, Eva Díaz explicó lo siguiente: “En el entorno masculino, la carrera es lo importante. Tu trabajo no es más que la excusa para progresar. En cambio, la mujer tiende a centrarse en su trabajo actual, en hacerlo perfecto, y pierde de perspectiva que, para llegar arriba, lo que importa no es lo que está haciendo ahora sino cómo demuestra que realmente puede estar arriba, cómo puede generar las relaciones”. 

Y ahí es donde entra en juego el personal branding: “El crecimiento profesional está muy ligado a las relaciones, a lo que se dice de ti y a lo que tú quieres que se diga de ti. Esto lo tienes que hacer para demostrar que puedes estar en el siguiente escalón”.