El prometedor camino verde que se abre a Iberdrola, Naturgy y Acciona en Australia

Australia aprueba un ambicioso proyecto de ley de reducción de emisiones que beneficia a los proyectos de energía renovable iniciados por Naturgy, Iberdrola y Acciona

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés

Empresas españolas, como Naturgy, Iberdrola y Acciona, crean altas expectativas con el nuevo camino que se abre ante ellos en Australia, después de que la nación oceánica votara el pasado mayo por un cambio de gobierno que allanaba la transición del país hacia las energías renovables.

Y ahora, un mes y medio más tarde de que el laborista Anthony Albanese se hiciera con el control del Parlamento australiano, las tres empresas ven como sus apuestas por un mercado en las antípodas de España comienzan a dar unos frutos aún más jugosos.

El jueves, la Cámara baja del Parlamento australiano aprobó el proyecto de ley sobre el cambio climático promovido por Albanese, gracias al apoyo de la bancada verde, aumentando el objetivo de reducción de emisiones del país hasta el 43 por ciento en 2030.

Al contrario del mensaje enviado por el anterior gobierno, que se mantenía ambiguo ante su compromiso, a pesar de que Australia es una de las naciones con más emisiones per cápita dentro del G20, el proyecto de ley laborista subraya que el objetivo de 2030 es un suelo, no un techo.

Con esta nueva legislación, de hecho, los organismos públicos tendrán que tener en cuenta los objetivos de reducción de emisiones a la hora de tomar decisiones de inversión, en una maniobra similar a la que ya afecta a los gestores privados en Europa, o a la promovida por Singapur tras su primera emisión de bonos verdes.

Naturgy, Iberdrola y Acciona, referencias en Australia

La nueva ley, que tendrá que recibir también el apoyo del Senado, todavía debe definir más claramente cómo alcanzará Australia estos objetivos de reducción de emisión, pero de acuerdo a las declaraciones de diferentes representantes del Ejecutivo, la intención pasa por trabajar en dos líneas.

La primera pasa por conseguir que la industria australiana, altamente dependiente de la minería, reduzca sus emisiones sin limitarse a contrarrestar las mismas con la compra de «créditos de carbono».

La segunda, mucho más beneficiosa para empresas como las cotizadas del IBEX 35 que se hicieron con grandes proyectos de energías renovables en el suelo austral, pasa por acelerar la transición del país hacia estas energías.

Bajo esta línea de trabajo, el proyecto de ley promete gastar 20.000 millones de dólares para acelerar las nuevas conexiones de transmisión de electricidad entre las distintas regiones, y desde las nuevas zonas de energía renovable hasta las ciudades.

De esta manera, el Gobierno contempla que el 82 por ciento de la electricidad de la costa este, donde viven más del 80 por ciento de australianos, proceda de fuentes renovables, frente al 33 por ciento actual.

El proyecto de ley, asimismo, promete destinar 3.000 millones de dólares de un fondo de reconstrucción nacional a apoyar la fabricación de energías renovables y al despliegue de tecnologías de bajas emisiones.

Nada más aprobar la ley en el Parlamento, por ejemplo, el ministro de cambio climático y energía, Chris Bowen, inició un proceso de consulta sobre el establecimiento de nuevas zonas eólicas marinas con la idea de construir turbinas eólicas que alimenten a más de 1,2 millones de hogares en el estado de Victoria.

Todos estos movimientos, como se mencionaba, deberían repercutir positivamente en unas empresas españolas como Naturgy, Iberdrola y Acciona, que en los últimos años llevaron a cabo inversiones significativas en Australia.

Iberdrola se convirtió en uno de los líderes del mercado de energías renovables australiano después de adquirir en 2020 la compañía Infigen Energy, ahora conocida como Iberdrola Australia, en una operación que llevó a la empresa española a operar «más de 800 MW de energía solar, eólica y baterías de almacenamiento en el país».

Acciona, mientras tanto, fue la compañía española pionera en el mercado de las energías renovables en Australia, estableciendo su presencia en 2002 para crecer paulatinamente desde este punto, hasta llegar a dar el salto incluso a Nueva Zelanda.

El pasado mayo, asimismo, la empresa anunció el comienzo del mayor parque eólico de Australia hasta el momento, con una capacidad de 1.026MW.

Naturgy, por otro lado, opera en Australia a través de su filial Global Power Generation, y aspira a convertirse en uno de los principales operadores renovables independientes del país en los próximos tres años, alcanzando una capacidad total de más de 1,3 GW.

De momento, la empresa dirigida por Francisco Reynés cuenta con dos parques eólicos, con los que suma 270 MW en operación en este país, pero dispone de tres proyectos en construcción que supondrán el desarrollo de una capacidad superior a 400 MW.

Las tres empresas nacionales, por tanto, están muy bien posicionadas para sacar partido al nuevo perfil adoptado por Australia, y apuntan a ser piezas clave en la transición energética del país ahora dirigido por Anthony Albanese.

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