Los megafondos líderes en sostenibilidad resisten en positivo

La mayoría de los fondos europeos verde oscuro con más patrimonio, englobados en el artículo 9, todavía acumulan rentabilidades positivas a doce meses

Fondos ESG

Aunque la inversión ESG no pasa en este 2022 por su mejor momento, los megafondos europeos con las categorías en sostenibilidad más altas consiguen mantener sus marcadores a doce meses en positivo, de acuerdo con datos de Morningstar.

Son muchos los factores que han contribuido a las pérdidas de los fondos sostenibles este año. Los más claros, la guerra de Ucrania y la crisis energética, que han propiciado la búsqueda por parte de los inversores, ante la incertidumbre, de otros refugios más seguros a corto plazo que la ESG. 

En el rendimiento de los megafondos, aquellos con más patrimonio, también influyó la rotación sectorial sin precedentes que provocó importantes pérdidas en enero.

Pese a los obstáculos, los mayores fondos top ESG mantienen el tipo en el último año. Estos megafondos, clasificados como artículo 9 según el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo, aguantan en positivo en el último año, según datos de Morningstar, constatando que, por el momento, el enfoque más a medio y largo plazo de la inversión sostenible.

Pictet AM domina el mercado

La gestora Pictet Am controla cuatro de los diez mayores megafondos ‘verde oscuro’ de Europa, de acuerdo con los datos de Morningstar.

El de mayor tamaño, Global Megatrend SEL I USD, supera los 11.300 millones de euros de patrimonio, y es precisamente uno de los pocos a los que las pérdidas de 2022 le ha costado también un rendimiento en negativo a 12 meses: pierde un 6 por ciento en ese periodo frente al 15 por ciento que ha caído en lo que llevamos de año.

Su exposición se orienta principalmente a la renta variable estadounidense, que ocupa más del 65 por ciento de la cartera, con acciones principalmente del sector sanitario, tecnológico e industrial de Wall Street. Valores como Thermo Fisher, Unitedhealth y Salesforce son los que más peso ocupan, aunque en ningún caso superan el 2 por ciento. Se trata, por tanto, de un fondo con una amplia diversificación.

Pictet sigue una política similar en sus otros tres megafondos en las primeras posiciones. En estos productos, las acciones estadounidenses tienen un peso de, al menos, el 60 por ciento.

Se trata de los fondos Pictet Water I; Global Environmental Opportunities P; y Clean Energy P. A pesar de las pérdidas comunes en 2022, el primero mantiene un rendimiento positivo por encima del 4 por ciento en el último año, mientras que la rentabilidad en los otros dos productos es del 1,5 por ciento.

A los sectores de tecnología, salud e industrial se suma otro, el de las utilities, que en algunos de estos megafondos tienen un peso importante en las carteras. Por ejemplo, en el fondo Pictet Clean Energy los valores de servicios públicos ocupan casi una quinta parte de la cartera, con acciones como NextEra Energy y RWE como los más ponderados.

Cómo son los megafondos más resistentes

Más allá de Pictet, los fondos que mejor han aguantado las salidas de flujos de capital en estos meses están gestionados por la entidad finesa Nordea y por el gigante de Wall Street Blackrock, el mayor inversor del mundo.

Nordea Global Climate and Environment es el segundo producto ‘verde oscuro’ con más patrimonio de Europa, superando holgadamente los 10.000 millones de euros. En 2022 ha perdido algo más de un 9 por ciento, pero si se amplía el horizonte a 12 meses registra un rendimiento positivo del 8 por ciento.

Su cartera está principalmente orientada a Estados Unidos, con más de la mitad de los valores, mientras que aparecen otras regiones como Canadá, valores europeos e incluso Japón. El sector industrial y la tecnología aglutinan la mayor parte del fondo, y a ellos se suma el sector de materiales con un 15 por ciento del total.

Por valores, las estadounidenses Republic Services y Waste Management, la francesa Air Liquide y la alemana Linde son los que ocupan la mayor parte.

En cuanto al fondo de Blackrock, su exposición está más diversificada. Tanto Estados Unidos como Europa ocupan prácticamente el mismo porcentaje, un 38 y un 34 por ciento, respectivamente, con reparto entre la tecnología, el sector industrial y las utilities.

La energética Enel, y de nuevo firmas como RWE y NextEra Energy son los más representados. Así, la rentabilidad del fondo a un año es del 2,6 por ciento, si bien en lo que llevamos de ejercicio se ha dejado más de un 12 por ciento.

Apuntar al sector financiero

En el top 10 de megafondos no podía faltar la presencia del sector financiero, al que muchos inversores están acudiendo como parte de la búsqueda de refugio.

El fondo Mirova Global Sustainable Equity de la gestora de Natixis tiene una quinta parte de su cartera compuesta por valores financieros, entre los que destaca la multinacional estadounidense Mastercard como la mayor posición. Este vehículo de inversión aún resiste un 2 por ciento a 12 meses, si bien este año ha caído un 13 por ciento.

Otro megafondo, Euro Liquidity SRI de la gestora francesa AXA IM, está vinculado a bonos, deuda sostenible y otros vehículos de inversión en renta fija, siendo el único de las primeras diez posiciones que se aleja de la renta variable. Pierde, sin embargo, tanto a un año como en este ejercicio, aunque en ninguno de los casos el retroceso supera el 1 por ciento.

Dos fondos de BNP Paribas y Robeco, con algo más de 3.000 millones de euros en patrimonio cada uno, completan el ranking. En estos casos, su composición está orientada  puramente hacia la ESG y a sectores como las energías renovables o los materiales. Acciones como el gigante eólico francés Veolia, la química estadounidense Avantor o American Water Works son los valores más representados en estas carteras.

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