La gobernanza va por delante del clima en la lista de prioridades de BlackRock

El mayor inversor del mundo, BlackRock, avanza los ejes de sus políticas de engagement. El gigante quiere contar con un interlocutor directo en el consejo de administración

BlackRock tiene claro que su política de engagement es un pilar fundamental para comprender mejor los riesgos de las empresas en las que invierte. Palabra de la mayor gestora del mundo.

El gigante de Wall Street, con más de 10 billones de dólares en activos bajo gestión al cierre de 2021, ha desvelado los ejes de su política de engagement; un documento muy útil para que todas las compañías cotizadas -es el mayor inversor del mundo- sepan por dónde deben progresar.

Según la entidad que lidera Larry Fink, mantener contacto con sus participadas y transmitirles su punto de vista en determinadas áreas relacionadas con la sostenibilidad se trata de un mecanismo importante para tener ‘feedback’ sobre las prácticas y la divulgación ESG que hacen las compañías.

Se trata de un camino para influirlas desde dentro y para muchas es crítico saber qué el preocupa al que tiene capacidad para ser uno de sus principales accionistas.

Sin perder de vista la finalidad de maximizar el retorno a largo plazo de las inversiones, BlackRock ha puesto el foco en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de su hoja de ruta para la próxima década, de acuerdo con el BlackRock Investment Stewardship (BIS), elaborado por más de 70 profesionales de la gestora estadounidense.

En su opinión, las empresas que sigan las recomendaciones del gran inversor mejorarán su capacidad para ampliar los retornos de los clientes del gigante, «de los cuáles la gran mayoría está invirtiendo para cumplir objetivos a largo plazo, como la jubilación”, argumenta la gestora.

Un consejero con el que entenderse

El primer foco está en la gobernanza. BlackRock lo considera un punto básico para el éxito económico de una empresa y la protección de los intereses de los accionistas. Pero el inversor no se conforma con ser un espectador. Quiere contar con un interlocutor en el consejo, preferiblemente que sea independiente, y que se encargue de estar en contacto con los accionistas.

La preocupación por la gobernanza se cimenta en dos pilares. Por un lado, la efectividad del consejo de administración. Por otra parte, Blackrock pide más claridad y transparencia en materia de datos de sostenibilidad.

La gestora pretende que las empresas en las que invierte divulguen información ESG para garantizar que existe una diversidad “significativa” en materia de sostenibilidad, así como establecer criterios con los perfiles de sus directivos para conocer si se alinean con la estrategia y el modelo de negocio de la propia compañía.

La divulgación de las estrategias y su efecto en las cuentas es otra de las prioridades a tener en cuenta para BlackRock. “Alentamos a las empresas a establecer cómo han integrado los riesgos ESG relevantes para facilitar la comprensión de los inversores”, explican los analistas.

Entre otras iniciativas, las empresas pueden dar a conocer métricas relevantes para sus modelos de negocio que den pistas sobre cómo se alinean sus estrategias con el propósito de crear valor sostenible a largo plazo.

También que divulguen cómo sus consejos de administración garantizan la supervisión de los riesgos, o cómo abordan cuestiones como los problemas medioambientales.

“Creemos que los intereses de nuestros clientes como accionistas están mejor atendidos cuando las empresas pueden demostrar, de forma integral pero flexible, cómo mantendrán la resiliencia financiera a lo largo del tiempo en un contexto de aceleración de tendencias”, argumenta en BlackRock.

Para el gigante, otro de los focos de gestión está en los planes de incentivos, que deben estar alineados con la creación de valor a largo plazo y desempeño financiero sostenido, por lo que reclama a las empresas que utilicen métricas de sostenibilidad.

De lo contrario, pueden ser “vulnerables” y sus riesgos reputacionales o esfuerzos en materia sostenible pueden “verse afectados”.

No perder el horizonte climático

La importancia de la gobernanza no es solo cosa de Blackrock. Recientemente, el fondo soberano noruego Norges, otro de los grandes inversores institucionales a nivel global, también ponderó a las cuestiones relacionadas con los consejos como una de sus prioridades. Para gestoras como Federated Hermes, la gobernanza es la reina del ‘engagement’.

Eso no quiere decir que, apenas unos meses después de la cumbre climática más importante de los últimos años, la COP 26, las cuestiones relacionadas con el medio ambiente hayan perdido relevancia. Más bien, todo lo contrario, y suponen otra de las prioridades para BlackRock.

El gigante de la gestión de activos sigue alentando a las empresas a dar más información sobre cómo sus modelos de negocios están alineados con el límite de 1,5 grados; la cota marcada en la transición global hacia las cero emisiones para 2050.

Esos datos, según BlackRock, ayudan a sus inversores a entender el enfoque climático si los mismos reflejan estar alienados con  iniciativas como los cuatro pilares del Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras Climáticas (TCFD, por sus siglas en inglés); la supresión de las emisiones Scope 1 y 2; y los objetivos de reducción de emisiones contaminantes basados en la ciencia “cuando estos estén disponibles” en función de cada sector.

Por otro lado, BlackRock también acentúa la necesidad de buscar capital natural, esto es, empresas que divulguen información “detallada” sobre sus enfoques en la gestión de recursos naturales como el aire, el agua, los ecosistemas, los minerales o la protección de los bosques.

Si el capital natural es clave, el humano no es menos. Y la gestión del mismo es otra de las grandes prioridades para la gestora estadounidense.

Por ello, reclaman a las compañías información sobre cómo fomentan una cultura laboral “diversa, equitativa e inclusiva”. Mejorar la calidad del trabajo; habilitar posibilidades para desarrollar una carrera; promover relaciones entre empleados positivas y condiciones de trabajo y salarios justos son algunas de las claves, así como priorizar evidentemente el cumplimiento de los derechos humanos.

“En nuestra opinión, una fuerza laboral diversa e inclusiva contribuye a la capacidad de una empresa para innovar, adaptarse y estar en sintonía con los clientes y comunidades a los que sirven”, afirman los responsables de BlackRock.

Si bien reconocen que las características pueden variar en función de las regiones, animan a las empresas a reportar sus propios datos de acuerdo a los marcos regulatorios regionales.

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