Fondos inmunes a la crisis en Ucrania

El sector financiero y el energético dominan las carteras de los fondos verdes más resistentes a la crisis entre Rusia y Ucrania. Gestionados por Divas, Schroders y Sparinvest logran una revalorización de doble dígito en doce meses y están en positivo este año

La inversión sostenible puede convertirse en un refugio en los momentos en los que la inestabilidad del contexto geopolítico azota las bolsas. La nueva escalada del conflicto de Ucrania, que este lunes vivió un nuevo episodio tras reconocer Rusia a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, ha devuelto la volatilidad a los mercados europeos.

Los principales parqués acumulan retornos negativos en el año y en el último mes, como es el caso del Stoxx 600, referencia europea, y el DAX 40 alemán, que pierden un 7 y un 8 por ciento en 2022.

“La renta variable europea se ha desplomado un 2 por ciento en cinco sesiones. La preocupación de los inversores se tradujo en un aumento de la volatilidad implícita”, explica en un comentario Axel Botte, estratega de la gestora Ostrum.

Pese al impacto en las plazas europeas, varios fondos de inversión sostenibles acumulan retornos positivos en el año. Su inmunidad al entorno político europeo se extiende a los últimos 12 meses, en los que suman revalorizaciones a doble dígito, esquivando así otros escenarios con efecto bursátil como la crisis energética y de suministros o la inflación.

De acuerdo con datos de Bloomberg, todos ellos pueden suscribirse en el mercado español y cuentan con una exposición a sectores como el financiero, uno de los que mejor comportamiento está teniendo en 2022.

Divas: un artículo 8 que marca la diferencia

El mejor fondo de inversión sostenible en lo que llevamos de año está gestionado por la firma suiza Divas Asset Management. Su producto Divas Eurozone Valu Focus (ticker: JBMEVIX) acumula ganancias del 7 por ciento hasta esta semana, mientras que en el último año gana un 45 por ciento.

Se trata de un fondo ‘verde claro’, esto es, catalogado como artículo 8 según el Reglamento de Divulgación (SFDR, por sus siglas en inglés) europeo. En total gestiona algo más de 20 millones de activos, pero su aportación mínima lo convierte en un vehículo exclusivamente diseñado para inversores institucionales.

Su exposición se centra principalmente en el sector financiero y en el petrolero, con un 32 por ciento de presencia en ambos casos. 

Su principal posición es el banco neerlandés ABN Amro, seguido de la energética Eni, con más de un 11 por ciento de presencia en cada compañía. En otro banco, Unicredit, y la española Repsol, superan el 10 por ciento, mientras que la apuesta también incluye a entidades como Société Generale o la aseguradora AXA, así como la farmacéutica alemana Bayer y otra IBEX 35, Arcelormittal.

Pese a ser el caballo ganador en sostenibilidad, más de la mitad de la cartera del fondo está orientada a bancos y energéticas. El Stoxx Oil & Gas y el Stoxx Banks acumulan una revalorización por encima de la de su índice de referencia, el Stoxx 600. Pero la apuesta no  está exenta de riesgos. 

“La euforia de los mercados energéticos también debería enfriarse, convirtiendo los vientos de cola en vientos en contra para la economía rusa, dependiente del petróleo y el gas”, explica Kunjal Gala, gestor de Federated Hermes.

“La profundización de la crisis de Ucrania añade incertidumbre a los mercados globales, aumentando la inflación existente y los temores de subidas de tipos de la Fed”, comenta, por su parte, Ben Laidler, estratega de eToro.

Sin embargo, también se puede ganar a través de la sostenibilidad con un horizonte más a largo plazo, como reflejan los dos siguientes fondos.

Schroder y Sparinvest: inmune a Ucrania… y al Brexit

Schroder gestiona el segundo vehículo de inversión sostenible que más se revaloriza a doce meses, la sicav Schroder Intel EU Value SF (SISEEAA). Este año suma más de un 4 por ciento, y desde febrero del año pasado un 24 por ciento.

Los bancos también dominan la cartera del fondo, con algo más del 18 por ciento de exposición al sector. Petróleo y gas, por su parte, suman un 10 por ciento; junto al financiero, apenas la mitad de la exposición con la que contaba el fondo de Divas.

Con más de 500 millones en activos bajo gestión, para invertir hay que disponer de al menos 1.000 euros, la aportación mínima requerida. 

Su participación no supera el 4 por ciento en ninguna de las compañías en las que invierte, siendo la energética italiana Eni, con un 3,53 por ciento, la mayor apuesta. Además de la crisis de Ucrania, el fondo demuestra ser resistente a los efectos del ‘Brexit’, ya que cuenta con alrededor de un 30 por ciento de exposición a cotizadas del Reino Unido, siendo la financiera Centrica, con otro 3 por ciento, su mayor apuesta.

En bancos como ING y Barclays supera el 2 por ciento, el mismo porcentaje que ostenta en la farmacéutica Glaxosmithkline.

La gestora con sede en Luxemburgo Sparinvest tiene el tercer fondo sostenible que más gana, Sparinvest European Value (SPEUVLR) con un 2 por ciento este año -en medio del pinchazo de la ESG- y un 21 por ciento en el último año.

Con alrededor de otro 30 por ciento de exposición al Reino Unido, su cartera está aún más diversificada: la presencia en bancos es del 15 por ciento; en el sector de la alimentación, del 9 por ciento; en el farmacéutico, del 8 por ciento y en el petróleo y gas, del 6 por ciento.

Destaca la presencia en la firma de telecomunicaciones finlandesa Nokia, donde ostenta el 2,97 por ciento. Le sigue un porcentaje más o menos similar en AXA, ING y Glaxosmithkline, mientras que añade compañías de peso en las bolsas europeas como BASF y Allianz.

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