Alemania paga su dependencia de Rusia

Europa fue el mercado más castigado por la salida de dinero de fondos cotizados en marzo y pudo apenas salvar el trimestre. Y en la gama ESG, la peor parte se la lleva Alemania

Los inversores han huido de Europa en el último mes a consecuencia de la guerra de Ucrania. Durante el último mes, los ETF especializados en mercados europeos han sido los que han registrado mayores flujos de capitales negativos, que apenas les han permitido mantenerse en positivo en el conjunto del primer trimestre.

Y las consecuencias de la guerra también deja cicatrices en la familia ESG. El producto más damnificado es un ETF especializado en la bolsa germana –el Deka MSCI Germany CC ESG ETF-, que paga así su dependencia del gas ruso y las consecuencias que la guerra puede tener en la primera economía de la zona euro.

En contraste, Estados Unidos está saliendo beneficiado. Los fondos cotizados en este mercado, habrían recibido entradas de dinero por 86.000 millones solo en marzo.

Entretanto en Europa, los ETFs registraron el mes pasado un saldo negativo de 7.800 millones de dólares, mientras que en el acumulado del trimestre solo han conseguido captar unos 2.000 millones; una diferencia notable frente a los más de 160.000 millones captados por los productos estadounidenses, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Alemania, a la cabeza de las pérdidas

Entre enero y marzo, el Deka MSCI Germany CC ESG ETF, que controla Dekabank, cerró como el peor de los fondos cotizados del mercado de Europa Occidental, con flujos negativos que rondaron los 100 millones de dólares.

El ETF de Dekabank está clasificado como un producto ‘verde oscuro’, esto es, como artículo 9 según el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo.

Replica el comportamiento del índice MSCI Germany Climate Change ESG Select, que se centra en valores de gran y mediana capitalización de valores de la Bolsa de Fránkfurt. El indicador incorpora una política de exclusiones de segmentos como las armas nucleares o el tabaco, pero también de materias primas como el petróleo o el gas.

Solo empresas calificadas con un anota ESG de al menos BB pueden ser incluidas, según explica MSCI. Valores muy conocidos de la bolsa germana como SAP, Siemens, Allianz, Deutsche Post y Adidas son sus cinco mayores posiciones.

La dependencia de Rusia

Pero esa composición ha sido precisamente su vulnerabilidad, cerrando el primer trimestre con un retroceso del 15 por ciento. 

La guerra ha disparado el precio de las energías contaminantes como el petróleo, el gas o el carbón térmico, beneficiando a sus productos e inversores y perjudicando, por otra parte, a los países que más dependencia tienen de esas materias primas.

Antes de la invasión lanzada por Vladímir Putin, el Gobierno alemán reveló que aproximadamente un tercio del consumo de petróleo provenía de Rusia y alrededor de un 45 por ciento del consumo de carbón.

La vulnerabilidad que esto supone para la economía alemana ha llevado al Ejecutivo del canciller Olaf Scholz a poner en marcha el Plan de Emergencia del Gas ante la amenaza de una posible interrupción del suministro. “Tenemos que estar preparados ante una situación drástica”, dijo esta semana Robert Habeck, ministro de Economía y Clima.

Las consecuencias para la economía alemana pueden ser muy relevantes y existe poca visibilidad sobre cuándo finalizará el problema.

Suecia, la otra gran damnificada

Junto al producto de Dekabank, otros dos ETFs compuestos por compañías suecas – el XACT Svenska Smabolgag y el XACT sverige UCITS ETF– cerraron el podio de los peores vehículos de inversión sostenible del primer trimestre con retornos negativos por encima del 12 por ciento.

Ambos están controlados por la gestora sueca Xact, cuyo catálogo se compone de productos financieros orientados a la sostenibilidad. De hecho, los dos ETF están clasificados dentro del artículo 8 del Reglamento de Divulgación.

El primero replica el comportamiento del índice ISS ESG Screened Sweden Small Cap Tradable de Solactive, que también cuenta con una amplia política de exclusiones, entre las que se encuentran empresas con más de la mitad de sus ingresos procedentes de los combustibles fósiles.

Las crecientes tensiones con Rusia por la posible incorporación de Suecia a la OTAN también amplificaron las pérdidas de la ESG, a pesar de que la primera ministra, Magdalena Andersson, manifestara recientemente su intención de mantener el carácter neutral de su país.

En cuanto al segundo ETF -el XACT sverige UCITS ETF- cerró como el tercer peor fondo sostenible europeo en captaciones de capitales durante el primer trimestre en Europa.

Vinculado al índice SBX, uno de los principales indicadores de la bolsa sueca, en su cartera figuran acciones como Volvo, SSAB o EQT.

Ahora en portada