Líderes de la ESG y un centenar de invitados se unen a Social Investor en su quinto foro anual

El Foro Social Investor desnuda los poderes fácticos de la ESG, la frustrante COP 27 y cómo las grandes cotizadas mutan su sostenibilidad

El impacto de la invasión de Ucrania en la aceleración del desarrollo sostenible, el papel de fondos de inversión y proxies en la toma de decisiones de las empresas, y las conclusiones de una COP 27 frustrante, pero necesaria, fueron los temas que múltiples líderes españoles de las finanzas responsables debatieron en el foro anual que Social Investor, Caixabank, Edmond de Rothschild Naturgy y Nordea AM y celebraron el 23 de noviembre en Madrid.

Un foro impulsado por la revista Inversión que contó con representantes del IBEX 35 y de grandes fondos de inversión, así como de agencias de calificación crediticia y de grandes instituciones, y durante el que, como es seña de identidad en este medio, se planteó un programa de debates alejados a lugares comunes o monólogos.

El Foro Social Investor analiza el impacto de la guerra en Ucrania

Las directoras de sostenibilidad de Naturgy y Banc Sabadell (izquierda y centro) junto a los periodistas de Social Investor, Esther García (derecha) e Ismael García (atril) (FOTOGRAFÍA: ÁLVARO BENÍTEZ).

Así pues, el concurrido evento -con más de un centenar de invitados- arrancó su quinta edición dando la oportunidad de que los asistentes escucharan, de primera mano, cómo Nuria Rodríguez Peinado, directora de medioambiente y responsabilidad social en Naturgy, e Isabel Abellán, directora de sostenibilidad en corporate & investment banking en Banco Sabadell, debatieron sobre cómo condiciona la guerra de Ucrania la estrategia de sostenibilidad de empresas y gobiernos. 

Durante el diálogo, las dos representantes de compañías del IBEX 35 explicaron que la invasión rusa de Ucrania ha supuesto un factor de aceleración de las políticas de sostenibilidad.

«Lejos de frenar los aspectos ESG y la ambición de determinados estados, lo que ha hecho ha sido acelerar la carrera del desarrollo sostenible«, explicó Rodríguez, de Naturgy. 

Rodríguez puso el ejemplo de la propia Naturgy, compañía que opera en un sector crítico para la economía y que, durante esta crisis energética, ha adaptado su marco de tarifas para reducir el impacto de las tarifas en sus clientes.  

La otra interviniente, Isabel Abellán, de Banco Sabadell, estuvo de acuerdo:

«Hemos visto una aceleración increíble, sobre todo, de la E (sigla referida a medio ambiente en el acrónimo anglosajón ESG) por parte de muchísimos clientes, que se han planteado acometer proyectos de eficiencia energética para paliar esta situación (de incremento de los costes energéticos)».

¿Quién manda en la ESG? 

Más de un centenar de invitados arroparon el Foro Social Investor, que este año repitió sede en el Espacio Fundación Telefónica (FOTOGRAFÍA: ÁLVARO BENÍTEZ).

Tras una breve pausa para absorber las ideas lanzadas por las dos ponentes, el Foro Social Investor continuó a media mañana con una segunda mesa estructurada en torno a una pregunta clave, quién está detrás exactamente de las grandes decisiones de la ESG.

Una pregunta a la que respondieron con distintos puntos de vista Luisina Berberian, directora de finanzas sostenibles en S&P Global Ratings; Mckenzie Ursch, jefe del departamento legal en Follow This; Alberto Andreu Pinillos, presidente de la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE); y Severiano Solana, director de estrategia y seguimiento de sostenibilidad en Caixabank.

«Es importante hablar de la influencia y del rol que tenemos las agencias de rating», señaló Berberian, de S&P, que añadió:

«Lo que nosotros hacemos es evaluar la calidad crediticia y las credencias de ESG. Ofrecemos servicios que nos han solicitado nuestros clientes relacionados con la sostenibilidad. Les damos una opinión objetiva e independiente de la posición de esa empresa respecto a la ESG en relación con otras empresas de su sector».

Un rol de las agencias que, sin duda, juega un papel clave en la ESG, pero que no hace de menos la influencia que tienen otros actores, como los propios inversores, sobre los que Ursch, de Follow This, apuntó que «pueden influir en la ESG de varias formas».

«Entre ellas, demandando cambios en las políticas y en el discurso público relacionado con la ESG. El inversor también puede desinvertir en empresas para mostrarles que no apoyan sus prácticas ajenas a criterios ESG», agregó.

Postulado que también compartió el director de Caixabank, Severiano Solana, que detalló que «la nueva legislación en materia sostenible va encaminada de dar más voz a los inversores a la hora de comprar un fondo de inversión o un plan de pensiones, que esos productos se analicen por los supervisores y que el inversor reciba información de calidad sobre estos productos para indicar sus preferencias inversoras sobre sostenibilidad».

«En definitiva, habrá más información y esto dará mayores derechos a los inversores», concluyó.

Y precisamente sobre este papel clave de la regulación quiso incidir el presidente de DIRSE, Alberto Andreu, que aclaró que «la fragmentación de la regulación perjudica la competitividad de las compañías».

«En la UE existe mucha carga regulatoria, comparada con la existente en países de otras áreas geográficas como los Estados Unidos o La India, lo que les complica mucho las cosas. Esto obliga a las empresas europeas a competir con las de otras áreas geográficas con las manos atadas a la espalda«, aseveró. 

La COP 27 y la alargada sombra del greenwashing

La COP 27 y la lucha contra el greenwashing centraron el debate entre Telefónica (derecha), Nordea (centro) y Edmon de Rothschild (izquierda). Condujo la conversación la periodista de Social Investor Consuelo Blanco (FOTOGRAFÍA: ÁLVARO BENÍTEZ).

La tercera y última mesa del Foro Social Investor estuvo centrada en la lacra del greenwashing, o lavado de cara verde, y en ella estuvieron representadas dos gestoras de fondos y Telefónica

Durante el debate, los intervinientes explicaron que los reguladores europeos avanzan a gran velocidad para poner en marcha un marco que dificulte las prácticas de greenwashing.  

Si bien, reconocieron que esta práctica «es un problema real», de acuerdo a las palabras de Marco Masip, responsable de estrategia ESG y reporting en Telefónica.

«Es verdad que la definición de greenwashing no es la misma según con quien hables«.

«Pero, si vemos el resultado de la COP, el hecho de que las emisiones de carbono siguen aumentando cada año que pasa y que el sector aéreo está incrementando de nuevo las rutas, tenemos que concluir que algo de greenwashing hay», añadió Sébastien Senegas, director para el sur de Europa en Edmond de Rothschild

En ese sentido, para evitar tener en cartera compañías que practiquen este lavado de cara verde, Lorenzo González, director de ventas institucionales en Nordea AM, puso en valor el trabajo del equipo de 25 especialistas que se dedica a analizar la trayectoria ESG de las cotizadas. 

«Para entender si las empresas hacen greenwashing no solo puedes basarte en el reporting que publican».

«Es necesario realizar visitas y analizar los informes de organizaciones independientes para ver lo que realmente están haciendo. Porque no solo se trata de comprobar si realizan greenwashing en el momento actual, sino de certificar que tienen ganas de avanzar en sostenibilidad», dijo.

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