Llega a Wall Street un nuevo competidor ‘premium’ para Tesla y Amazon

Polestar se convertirá este viernes en un nuevo competidor en Wall Street para Tesla, gran dominador del mercado de coches eléctricos, y Rivian, la apuesta de Amazon para rivalizar con el gigante de Elon Musk.

El fabricante sueco de coches eléctricos ‘premium’ consumará su estreno en el mayor mercado bursátil del mundo a través de una asociación con Gores Guggenheim, una Special Purpose Acquisition Company (SPAC), en una de las modalidades más comunes en los últimos tiempos para salir a bolsa en Nueva York.

Ambas compañías esperan recaudar al menos unos 850 millones de dólares en su estreno, mientras ya se han reservado al menos un máximo del 25 por ciento en la ronda preliminar.

Un hito para Polestar

Polestar cotizará en el Nasdaq, mercado de referencia de las acciones tecnológicas. Un “hito” para la empresa, en palabras de su consejero delegado, Thomas Ingenlath.

“Estamos entusiasmados con el futuro de Polestar y continuaremos construyendo coches eléctricos de clase mundial, expandiéndonos a más mercados en todo el mundo”, explica en el comunicado difundido.

“Estamos orgullosos del impulso que Polestar ha generado en los últimos meses”, afirma, por su parte, Alec Gores, presidente del fondo de inversión con el que el fabricante sueco se ha aliado para su estreno en los parqués, y que gestiona unos 800 millones de dólares en activos.

Asimismo, Gores valoró que los compromisos de compra ya alcanzados en este entorno “desafiante” es una “hazaña increíble que habla de la fortaleza de la marca Polestar”.

Ambas firmas celebrarán este miércoles una reunión especial online para los accionistas y aquellos tenedores de órdenes de compra. Polestar comenzará a cotizar bajo el ‘ticker’ PSNY.

Una marca del gigante chino Geely

Polestar fue fundada en 2017 por Volvo, líder automovilístico sueco, como una marca de expansión en el segmento de coches de lujo. A su vez, el mayor fabricante de vehículos de Suecia forma parte desde 2010 del grupo chino Geely, uno de los grandes dominadores del mercado a nivel global, que solo superan marcas como Tesla.

De hecho, los modelos Polestar se fabrican en dos de las fábricas de Geely en el gigante asiático, aunque la compañía sueca planea construir una nueva planta en los Estados Unidos para el próximo año. 

Forma parte de su estrategia de expansión internacional: para 2023, Polestar planea estar presente en 30 mercados de todo el mundo. Por el momento, solo cuenta con dos modelos, Polestar 1 y 2, aunque prevé lanzar tres nuevos modelos en los próximos dos ejercicios.

El gran objetivo, según explica el fabricante en el comunicado, es producir un coche “verdaderamente neutral para el clima” de cara a finales de esta década. Para ello, podría ser uno de los grandes beneficiados en el nuevo impulso europeo a la carrera del coche eléctrico.

Cuenta, a su vez, con el respaldo de Geely que, pese a ser uno de los mayores grupos automovilísticos del mundo, no pasa por su mejor momento en bolsa. Las acciones pierden un 30 por ciento en lo que llevamos de año, pero esto responde, no obstante, a una tendencia habitual en el sector dado el contexto actual de crisis de suministros global, y que afecta por igual a los gigantes estadounidenses.

Tesla y Rivian, disparadas tras pérdidas

La confirmación del debut bursátil de Polestar supuso un impulso para las acciones de Tesla y Rivian este martes tras el agujero que registran ambas cotizadas en 2022.

Los títulos subieron más de un 10 por ciento en la última sesión, pero acumulan caídas a doble dígito en lo que llevamos de año. Tesla ha perdido un 31 por ciento, o lo que es lo mismo, 300.000 millones de dólares, pasando de superar el billón de capitalización de mercado en que comenzó enero a cerca de 750.000 millones. 

Rivian, por su parte, se ha desplomado un 71 por ciento este año, dejándose 70.000 millones de capitalización de mercado. El porcentaje es incluso mayor que la caída que registra desde su debut en Wall Street, en septiembre del año pasado. En este periodo, su capitalización ha retrocedido en un 60 por ciento.