Las automovilísticas ambicionan los múltiplos de Tesla

Ford estudia alternativas para dar visibilidad a su negocio de vehículos eléctricos para tratar de capturar parte de la prima con la que cotizan competidores como Tesla

Son muchos los sectores económicos que están en reconversión para adaptarse a la transición energética. Las utilities empezaron con la separación de sus unidades de energía renovable como una forma de poner en valor su negocio (hay muchos proyectos en marcha y el ‘real’ ha sido la salida a bolsa de Acciona Energía).

Ahora son las automovilísticas las que comienzan a anunciar planes de visibilidad de sus divisiones, a medida que electrifican su gama. Los fabricantes están invirtiendo miles de millones para abandonar los combustibles fósiles, y necesitan que esos esfuerzos se vean recompensados por el mercado; a ser posible con unos múltiplos mejores que los que hoy muestran en bolsa.

Los primeros movimientos se están dando entre las mayores compañías del sector en los Estados Unidos. Cuestionado por un posible ‘spin off’ eléctrico, el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, explicó que los objetivos no pasan por desagregar una división eléctrica, pero sí poner en valor la unidad. 

Especialmente, después de activar el año pasado uno de los planes de transición más ambiciosos de la industria, con un gasto en vehículos eléctricos de 30.000 millones de dólares hasta 2025.

Ford quiere múltiplos como los de Tesla

Farley dijo que Ford está “construyendo nuevos músculos” financieros gracias al aumento de la producción de vehículos eléctricos pese a la complejidad del mercado. “Me sorprende lo diferente que es el ritmo de este negocio [de vehículos eléctricos] frente al tradicional. Dirigir un negocio de coches de combustión exitoso y otro eléctrico no es lo mismo”, precisó durante la conferencia con los analistas.

El directivo es el gran artífice del giro hacia eléctricos de Ford desde su llegada a la dirección ejecutiva en 2020. Llamado a ser uno de los líderes de 2022, según la revista INVERSIÓN, Farley dijo que los objetivos de producción a corto plazo se han elevado hasta una capacidad planificada de 600.000 unidades al año para 2023.

“Si tuviéramos la producción completa hoy para satisfacer nuestra demanda actual, competiríamos con Tesla como el líder de eléctricos en el mercado estadounidense”, aseguró. La comparativa refleja cómo la mayoría de fabricantes quiere ser como la compañía de Elon Musk.

Sobre todo, teniendo en cuenta las valoraciones en las que se mueve la compañía. Tesla cotiza a un PER estimado para 2022 de casi 80 veces. A años luz está Ford, cuyo PER apenas es de 8 veces.

La capitalización bursátil de Tesla, por su parte, llegó a superar el billón de dólares -ahora acumula más de 800.000 millones- mientras que Ford apenas alcanza 70.000 millones.

“Los comentarios de Ford sobre sus coches eléctricos generaron especulaciones sobre una escisión o separación de activos, pero nuestras conversaciones con el equipo de relaciones con inversores sugiere que su mensaje falló”, explican los analistas de Bloomberg Intelligence en un comentario sobre las declaraciones de Farley.

Los resultados, impulsados por Rivian

Otra de las claves que valoró Farley tras presentar las cuentas fue la aportación clave de su participación en Rivian, rival de Tesla y otro de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos puros a nivel global. 

Ford afloró el año pasado una participación del 12 por ciento en la compañía que dirige RJ Scaringe; y obtuvo sus frutos cuando la salida a bolsa de Rivian, en noviembre del año pasado, elevó su valoración por encima de los 100.000 millones de dólares. Sin embargo, las acciones de Rivian corrigen más de un 40 por ciento en 2022 y ahora vale algo más de la mitad.

En cualquier caso, el debut en Wall Street benefició las cuentas de Ford: de los 12.300 millones que obtuvo de beneficios en el cuarto trimestre, 8.200 procedieron de su inversión en Rivian.

En el acumulado de 2021, las ganancias netas de Ford se dispararon hasta quedar cerca de los 18.000 millones frente las pérdidas del año anterior.

Los ingresos se dispararon por encima de los 136.000 millones, y tras la división de automóviles -que generó más de 126.000 millones del total- se situó la unidad financiera de Ford, Ford Credit Bank, cuya actividad se centra en la financiación para la adquisición de coches al por menor. Esta unidad generó más de 10.000 millones de dólares, por encima de otros fabricantes como Toyota o General Motors, según datos de Bloomberg Intelligence.

Solo la producción se vio lastrada por la crisis de semiconductores, que afectó especialmente a la fabricación de coches eléctricos tal y como afirmó Farley. Pero la situación ahora ha cambiado.

“No esperamos que esta escasez de semiconductores se solvente totalmente a corto plazo; la demanda es elevada y los plazos de entrega de nuevos suministros son largos”, afirma Jaime Raga, analista de UBS.

“No obstante, hay buenas noticias: los fabricantes afirman que la gravedad de la escasez de semiconductores ha tocado techo, y los datos recientes sugieren que hay suficiente disponibilidad de chips como para creer que la producción global de automóviles está recuperándose”, afirma el experto en un comentario, señalando a Estados Unidos, Alemania y Japón como las regiones en las que más ha aumentado la producción en los últimos meses.

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