EIG, un inversor ESG para descarbonizar Repsol

Repsol vende un 25% de su negocio de exploración y producción a un inversor implicado en la lucha contra el metano

Josu Join Imaz, consejero delegado de Repsol

De junio a septiembre. Es lo que ha tardado Repsol en convertir un rumor en una noticia. La petrolera española confirmaba este miércoles la operación de venta de un 25 por ciento de su negocio de exploración y producción y lo hacía en unos términos muy alineados con los especulados.

La operación, que valora el 25 por ciento del negocio en 4.800 millones (incluye la deuda), deja abierta la puerta a que en el futuro el conjunto de la división pueda cotizar en bolsa.

Por el momento, Repsol gozará de supremacía en el consejo -contará con cuatro de los ocho consejeros y nombrará al presidente, que tendrá voto de calidad- y espera acelerar su compromiso de descarbonización con este movimiento.

«Con este acuerdo, Repsol adelanta el cumplimiento de objetivos clave de su estrategia a 2025, basada en la aceleración en transición energética, con flexibilidad y crecimiento ambicioso y rentable de los negocios, la solidez financiera y una remuneración a los accionistas situada entre las mejores del sector y del Ibex-35», explica la compañía en un comunicado.

EIG, por su perfil, estaría alineado con este objetivo. Es un inversor acostumbrado a tomar posiciones en gas y petróleo, tanto en exploración como en activos de transporte, pero incorpora la ESG en su proceso de inversión y este es un mensaje que ha querido dejar claro al hacerse pública la alianza.

“La transición energética determina todas las decisiones que tomamos y estamos encantados de asociarnos con un líder global de la talla de Repsol en esta atractiva oportunidad de liderar el cambio en nuestra industria”, señala R. Blair Thomas, presidente y consejero delegado de EIG en nota de prensa.

“La evaluación del ESG está integrada en la gestión de inversiones y carteras de EIG. Esperamos trabajar con Repsol, un operador mundial de referencia y líder de la transición energética, para seguir construyendo sobre las mejores prácticas ESG. Este negocio está bien posicionado para ayudar a satisfacer la creciente demanda mundial de energía accesible, eficiente y segura, y ayudar así a cumplir el doble objetivo de descarbonización y fiabilidad que el mundo persigue”, añade R. Blair Thomas.

EIG, en la alianza contra el metano

Tras el acuerdo mundial de la COP 26 sobre el metano, EIG se confirmó como un defensor declarado de la lucha contra este gas, del que la industria del gas y el petróleo es uno de sus principales emisores. El metano es uno de los gases de efecto invernadero más potentes.

Más de un 14% del capital de Repsol votó en la junta en contra del plan climático

Así, en enero, afirmó que uno de sus compromisos cuando tomara posiciones en activos emisores sería promover que se redujeran sus emisiones.

«EIG cree en la inversión basada en principios en toda la cadena de valor del sector energético y en que se deben reducir las emisiones procedentes de las infraestructuras de combustibles fósiles», señalaba a principios de 2022.

Por el momento, el área de exploración y producción de Repsol cuenta con el objetivo de reducir un 75 por ciento las emisiones de carbono en 2025 respecto a los niveles de 2016, pero los inversores internacionales están muy encima de este tipo de compromisos, especialmente en el caso de las petroleras.

De hecho, incluso son críticos con las compañías que cuentan con planes de descarbonización. Repsol es un ejemplo. Presentó a la junta de accionistas este año su plan climático, algo que se considera una buena práctica y que los inversores activistas climáticos reclaman, pero no todo el capital lo habría validado.

Ahí está el resultado: más de un 14 por ciento del capital votó en contra y un 2,5 por ciento se abstuvo.

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