La eliminación de carbono entra en la incómoda pubertad

La captura directa de carbono podría convertirse en una industria de billones de dólares, pero solo si las nuevas empresas y sus patrocinadores descubren cómo madurar

Un artículo de Siobhan Wagner para Social Investor. Si deseas comprender el potencial de la captura directa de carbono, o DAC, todo lo que tienes que hacer es ver su producto final: una roca sólida.

La primera planta del mundo en extraer dióxido de carbono del aire y convertirlo en piedra ha operado en Islandia durante casi dos años, y los frutos de su trabajo se exhibieron la semana pasada en la Cumbre DAC de Climeworks.

Apoyada debajo de un vidrio y bajo un foco, un cilindro gris de roca de aspecto anodino, aproximadamente del tamaño de una botella de agua, que contiene el carbono que la compañía había eliminado del aire usando máquinas inmensas, fue la pieza central de la cumbre celebrada en Zúrich.

Es una maravilla que algún día podría estar en un museo, entre las primeras toneladas de carbono extraídas mecánicamente de la atmósfera en la lucha contra el cambio climático.

Ahora hay, al menos, 18 plantas de captura directa de aire operando en todo el mundo, según la Agencia Internacional de Energía, y más están entrando en funcionamiento.

Eso hace que la roca que se exhibe en la cumbre sea una pequeña parte del mercado de 2.000 millones para la eliminación del carbono, que lo incluye todo: desde compensaciones hasta la DAC.

Dependiendo de las reglas que terminen dando forma al sector, la captura directa de aire por sí sola podría ser un negocio de casi un billón en la próxima década, según las proyecciones de los investigadores de BloombergNEF.

La conferencia de la semana pasada reunió a fundadores de empresas emergentes, legisladores, inversores y representantes de la industria de los combustibles fósiles en un elegante espacio de eventos suizo para hablar de todo lo relacionado con la captura directa de carbono.

Una fiesta para adolescentes

Fue como asistir a la fiesta de los ‘felices 16 años’ más nerd del mundo, solo para una tecnología crucial que está casi, pero aún no, al borde de la madurez.

«Se percibe un poco de celebración», dijo Erin Burns, directora ejecutiva de Carbon180, una organización enfocada en la política de eliminación de carbono.

«Hay tantas conversaciones durante tanto tiempo sobre ‘oh, la captura directa es demasiado costosa’, y ahora estamos hablando de cómo escalar la captura directa de aire».

La tecnología está dejando atrás sus ruedecillas para aprender a montar en bici y es posible que pueda aprobar su examen de conducir sin estar, ni siquiera, preparada para ser un adulto que haga contribuciones significativas limpiando la atmósfera.

El creciente número de investigadores, inversores y legisladores dispuestos a asistir a la fiesta es un indicador potente, pero no hay garantía de que la captura directa de aire esté lista para una rápido expansión.

La ciencia ha demostrado cada vez más que para evitar niveles catastróficos de calentamiento global, el mundo deberá reducir drásticamente la contaminación por carbono y al mismo tiempo desarrollar la capacidad de extraer miles de millones de toneladas de dióxido de carbono (o gigatoneladas) de la atmósfera cada año antes de 2050.

Climeworks es el más avanzado de los aspirantes a DAC, y su visión es convertirse en una empresa a escala de megatones, es decir, una capaz de capturar un millón de toneladas de CO2 a finales de esta década.

¿Cuál es el momento adecuado para llevar esta empresa emergente a la gigatonelada? No hasta mediados de siglo.

En este momento, Climeworks solo puede capturar 4.000 toneladas de CO2 del aire al año, aproximadamente el equivalente a tres segundos de las emisiones anuales de la humanidad.

Sin embargo, a unos poco kilómetros del centro de conferencias, se está probando una tecnología mejorada en un patio fuera de las instalaciones de la empresa.

Se implantará en la próxima planta de la firma, diseñada para capturar 36.000 toneladas anuales. Son algunos de los pequeños pasos que preceden, tal vez, si todo va bien, al DAC antes de llegar a la escala de los gigatones.

¿Está lista la eliminación de CO2 para su gran momento?

La Cumbre DAC destacó algunas de las fuerzas externas que podrían ayudar a que la tecnología crezca rápidamente.

Hay importantes inversiones corporativas, como los múltiples acuerdos multimillonarios para comprar servicios de eliminación de carbono utilizando la captura directa de aire.

Hay, potencialmente, miles de millones de dólares en incentivos del gobierno de los EEUU en la Ley de Reducción de la Inflación, además de 3.500 millones en fondos para los llamados centros DAC, donde las nuevas empresas pueden realizar experimentos y tratar de escalar su tecnología.

Esos fueron los regalos en la fiesta de los ‘felices 16 años’. Pero incluso los asistentes más entregados reconocieron lo que todos saben sobre los adolescentes: simplemente no hay manera de garantizar que éstos se conviertan en miembros de provecho para la sociedad.

El elemento más común de la lista de deseos escrita por los asistentes a la cumbre fue un apoyo de los gobiernos que supere los incentivos fiscales a la investigación y desarrollo.

Ello podría incluir la compra directa de los servicios de captura de carbono como una manera de reducir los costos, dada la capacidad de los gobiernos para movilizar miles de millones por licitaciones. Parece una posibilidad remota en este momento.

El estado actual de la industria podría dejar la DAC fuera del alcance de la mayoría de los compradores. El Santo Grial para que la absorción de carbono sea económicamente factible es bajar los precios a alrededor de 100 dólares por tonelada.

La cifra está lejos de los costos actuales, que comienzan en cientos de dólares y superan los 1.000 por tonelada en algunos casos.

Hubo un trasfondo silencioso de realismo en la Cumbre DAC de que la tecnología podría muy bien no alcanzar la marca de los 100 dólares en las próximas tres décadas.

El cofundador y codirector ejecutivo de Climeworks, Jan Wurzbacher, dijo a la multitud que su compañía podría mantener sus precios sobre los 300 dólares en 2050.

En un mundo que requiere una eliminación a escala de gigatones, esa es una diferencia de cientos de miles de millones de dólares.

Las malas influencias

En otro sello distintivo de los problemas de los adolescentes, hubo temor en la cumbre a que la captura directa de aire pudiera caer en las manos equivocada o terminar molestando más que siendo útil.

Para muchos asistentes, la manos equivocadas son las de la industria de los combustibles fósiles, cuyo interés en la tecnología posiblemente podría usarse como tapadera para seguir quemando petróleo y gas.

La aceptación social de máquinas ruidosas potencialmente conectadas a vastas redes de tuberías que mueven CO2 también es una pregunta muy abierta.

En la fiesta de presentación de Direct Air Capture, quedó claro que aquellos que buscan apoyar la transición de la tecnología a la edad adulta ya están lidiando con el peligro de que pueda terminar siendo una holgazana sentada en el sofá de sus padres con una bolsa de Cheetos y una Xbox.

A pesar de todo el optimismo acerca de que es una herramienta necesaria para alcanzar el cero neto, la historia de la captura directa de aire aún no se ha escrito.

“Cuando estás al principio del [desarrollo] de una tecnología, es más una teoría de lo que podría ser”, dijo Rich Lesser, presidente global de Boston Consulting Group, que se ha comprometido a comprar al menos 100.000 toneladas de servicios de eliminación de carbono hasta 2030.

“Cuando obtienes un poco de impulso, mas que lo que es, se trata del porqué creemos que puede ir aún más lejos”. Siobhan es corresponsal de Bloomber Green.

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