La directiva sobre cuota femenina revive diez años después

Bloqueada desde 2012, Bruselas estaría aprovechando el cambio de gobierno en Alemania para recuperar el proyecto, que obligaba a contar con al menos un 40% de consejeras no ejecutivas

Convertir el buen gobierno en ley. En plena polémica por lo que desde algunos círculos se denomina el ‘taxonomygate‘ -la propuesta de Bruselas para incluir el gas y la energía nuclear dentro de la clasificación de actividades sostenibles europeas-, la Comisión Europea estaría abriendo una nueva vía de negociación para recuperar la Directiva de Equilibrio de Género; o más conocida en el argot popular como la de ‘cuota femenina’.

Según recogía ‘Reuters’ este jueves, el nuevo gobierno alemán, surgido tras la retirada de Angela Merkel, estaría dispuesto a levantar su veto sobre una norma, que lleva diez años bloqueada en el Consejo Europeo -allí se quedó en 2012- y que, entre otras propuestas, incluía la obligación para las empresas cotizadas de que el género infraponderado en el consejo (lo habitual es que sea el femenino) copara al menos el 40 por ciento de los sillones no ejecutivos de estos órganos de gobierno.

La Comisión Europea se había fijado esta política como una de sus prioridades de cara a 2022.

Hasta el momento, los países que se habían opuesto a una normativa armonizada en la Unión Europea en equilibrio de género alegaban que era algo que podía ser gestionado de forma individual por cada país.

Desde 2012, sin embargo, se han dado pasos hacia la integración de los mercados financieros (la reforma de la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad va en esa línea) que tal vez ahora justifican más las propias razones que esgrimía el documento para tratar de crear una armonización en Europa.

«Esta evolución distinta de las legislaciones nacionales ha conducido a una fragmentación de los marcos legislativos en toda la UE, lo que ha dado lugar a unas obligaciones jurídicas incoherentes y difíciles de comparar, a una confusión y unos mayores costes para las empresas, los inversores y otras partes interesadas, y, en último término, ha obstaculizado el correcto funcionamiento del mercado interior», señalaba la propuesta de directiva remitida al Parlamento Europeo.

Los niveles que exigía la directiva están ya muy alineados con lo que se considera buena práctica

Por otra parte, los niveles de representatividad exigidos ya están muy alineados con los que pide el mercado tras diez años con la norma bloqueada.

En España, el último Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) establece el nivel del 40 por ciento como el mínimo considerado ‘buena práctica’ a partir finales de este año, aunque la realidad es que todavía está lejos de convertirse en la referencia generaliza dentro del parqué nacional.

Los asesores de voto -y muchos grandes inversores- también están tomando estos códigos como base para sus recomendaciones de voto o sus actividades de ‘engagement’ y política de voto en juntas.

Entre las temáticas de gobernanza -que se integra con el pilar de los criterios sociales- es uno de los puntos de referencia de la próxima temporada y ya ha estado presente en las últimas temporadas. En la de 2021 ya fueron habituales las recomendaciones de votación de contra en las reelecciones cuando no se contaba con suficiente diversidad en el consejo.

Los ‘proxy’ y algunos accionistas se oponen a las reelecciones del presidente de la comisión de nombramientos o de sus miembros en estos casos, o bien a la elección de consejeros no independientes de sexo masculino cuando no se ha llegado a los mínimos recomendados.

Dadas las diferentes normativas alrededor del mundo en diversidad, normalmente sus recomendaciones están adaptadas dependiendo de cada geografía.

¿Qué proponía la directiva bloqueada en 2012?

La Directiva de Equilibrio de Género, en la versión que llegó al Consejo Europeo, dejaba al margen de todas estas exigencias a las medianas y pequeñas empresas. Para el resto de cotizadas, sí imponía alcanzar esos niveles, y, de no hacerlo, ir presentando información sobre las acciones llevadas a cabo para lograr el nivel mínimo, así como planes concretos para alcanzarlo.

Una de las herramientas para favorecer la incorporación de consejeras, se establecía en base a procesos de discriminación positiva, en los que, a igualdad de cualificación de los candidatos, se debía dar preferencia al genero más infrarrepresentado en el consejo.

Fuerza la discriminación positiva en los procesos de selección a igualdad de méritos

Además, la directiva daba la alternativa a los estados de establecer, si lo preferían, una cuota que tuviera en cuenta también el peso de los consejeros ejecutivos. En ese caso, la proporción caía hasta el 33 por ciento del total de consejeros.

En enero del año pasado, el Parlamento Europeo, que desde que la norma fuera bloqueada en el consejo ha emitido numerosas resoluciones ligadas a la igualdad de género, instó a la Comisión Europea a que rompiera el bloqueo para que la Directiva pudiera ser aprobada.

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