Solo 1 de cada 10 fondos verdes cumple el Acuerdo de París

Apenas el 12% de los fondos que se venden comercialmente como verdes o sostenibles estarían alineados con una estrategia acorde con el Acuerdo de París

La industria de la inversión colectiva todavía cuenta con mucho recorrido para dar credibilidad a los compromisos climáticos alineados con la ruta hacia el cero neto. Los fondos que publicitan objetivos de inversión verde no escapan a ello y todavía estarían lejos de adherirse a las líneas del Acuerdo de París.

De acuerdo con datos de la división de investigación de S&P, S&P Global Sustainable1, en un universo de 300 fondos que utilizan el concepto ‘verde’ o medioambiental, así como en 51 fondos con enfoque climático, apenas alrededor de un 12 por ciento se encontrarían dentro de los supuestos necesarios para cumplir con el Acuerdo de París.

El porcentaje no es muy diferente del que marca el conjunto de fondos de la industria de fondos de inversión. De hecho, ampliando el universo hasta los 12.000 fondos y ETF, la proporción de productos en la ruta hacia el cero neto apenas alcanzaría el 11 por ciento del total. Este grupo de productos gestiona activos valorados en más de 20 billones de dólares.

Para S&P Global Sustainable1 esta situación estaría relevando un gancho de tipo comercial. «Muchos fondos se basan en el lenguaje de la sustentabilidad para atraer inversionistas preocupados por el medio ambiente, el clima o el calentamiento global», señala en las conclusiones de su informe.

La regulación y el castigo reputacional

La industria de la gestión de activos se encuentra en el punto de mira de los reguladores y supervisores, que están persiguiendo los casos de presunto greenwashing.

La SEC está siendo especialmente dura con la publicidad de los nombres comerciales de los productos -en línea con el estudio de S&P- pero la realidad es que las gestoras no cuentan con líneas regulatorias claras por el momento, en un momento en el que el boom de los activos sostenibles es realmente visible y la demanda de los clientes va en aumento.

Eso está provocando que algunas gestoras -y las españolas lo reconozcan abiertamente- estén optando por ser prudentes en la clasificación de productos. La consecuencia negativa es que cuando llegue la fecha de comercialización masiva de producto sostenible para minoristas -prevista para el 2 de agosto- la gama de producto sostenible podría ser reducida.

Aunque desde diversos ámbitos se ha solicitado a la Comisión Europea que retrase hasta el 2 de agosto lo que se conoce como MIFID verde, que incluirá las preferencias de sostenibilidad, en el test de idoneidad, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Antonio Buenaventura, ya ha avanzado que duda de que se vaya a producir la ampliación del plazo.

Sin embargo, la demanda de producto va en aumento y los volúmenes de activos bajo gestión continúa en ascenso. «El total de activos enfocados hacia la lucha contra el cambio climático o la descarbonización llegó a los 4,18 billones en 2020, lo que representa un incremente del 39 por ciento respecto a 2018», recuerda S&P.

Desde esos niveles el boom ha ido todavía a mucho más. «El 2019 apenas existían 50 fondos con propósito de control del cambio climático o medioambiental, para 2021 existen más de 400, de acuerdo con Morningstar», señalan desde la firma de análisis.

Crear confianza alrededor de estos activos es fundamental para que la aceptación de estos productos se mantenga, sin tener en cuenta el impacto reputacional que puede suponer ser acusado de greenwashing.

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