China y la India marcan ritmo propio en deuda sostenible

China se erige como el principal emisor de bonos ‘verdes’ en lo que llevamos de año, mientras que la India ha multiplicado por seis su propio mercado en los dos últimos años

China y la India dan pasos de gigante en deuda sostenible, en un año más complicado en Occidente en este mercado, por la guerra en Ucrania y la inflación.

A pesar de contar con objetivos climáticos más rezagados, a 2060 y 2070, respectivamente, frente al horizonte de 2050 que marca la agenda global, las dos principales potencias asiáticas han visto un crecimiento exponencial de sus emisiones de bonos verdes.

Por un lado, China se ha convertido en el mayor emisor de este tipo de deuda en lo que llevamos de año con alrededor de 39.000 millones de dólares, según datos de Bloomberg. Entre tanto, la India ha visto cómo las emisiones totales se multiplicaron por seis en los últimos dos ejercicios, convirtiéndose en uno de los mercados con mayor crecimiento a nivel global.

El atractivo de la deuda china

Entre las empresas ha ganado peso un nuevo tipo de emisiones que ha supuesto una quinta parte del número total en los cuatro primeros meses del año. Se trata de la venta de valores respaldados por activos verdes, que totalizaron 8.400 millones de dólares en emisiones.

En su segundo año consecutivo en el que se duplica el número de emisiones entre enero y abril. La peculiaridad reside en una cuestión regulatoria: China permite que estos valores puedan considerarse sostenibles o ‘verdes’ incluso aunque los fondos no se usen para proyectos de esa índole.

El sistema chino es muy laxo con el uso de los fondos que se obtienen

La única condición es que el vendedor opere en una industria considerada sostenible, o el flujo de los ingresos provenga de una empresa que pertenezca a la misma, según la normativa de la Bolsa de Shanghai.

Estas flexibilidades han permitido que el mercado de bonos verdes de China se haya elevado hasta representar 168.000 millones de dólares. El gigante asiático se ha convertido en una de las referencias a nivel global gracias a una serie de iniciativas enmarcadas dentro de la estrategia ‘verde’ del presidente Xi Jinping.

Por ejemplo, el plan de inversiones de 300.000 millones de dólares para poblar de energía renovable las grandes ciudades del este, epicentro económico chino, o el lanzamiento, en marzo del año pasado, de su propio mercado de carbono, rivalizando con el ETS europeo.

Las empresas chinas se vuelcan

Con ello, las empresas se están volcando también, impulsando el mercado de renta fija sostenible.

El Industrial & Commercial Bank of China (ICBC), el mayor banco de Asia, vendió un total de 2.700 millones de dólares en bonos verdes la semana pasada a través de cinco emisiones en mercados como Hong Kong, Singapur, Dubai y Londres, de acuerdo con Bloomberg.

El mayor bono colocado fue de 1.200 millones de dólares por parte de la sucursal del banco en Hong Kong, que recibió una sobredemanda de cerca de 5.000 millones de dólares.

Las emisiones de empresas chinas se han multiplicado entre enero y abril un 81 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, según las cifras de Bloomberg, mientras que en otros mercados como Estados Unidos se ha registrado una caída del 25 por ciento.

India apuesta por renovables

También es destacable el crecimiento de la India. 2021 cerró con la emisión de 7.500 millones de dólares en bonos verdes, sociales y sostenibles de empresas indias, lo que supone un aumento del 585 por ciento frente a los datos del año anterior, según apunta un informe reciente de Climate Bonds Initiative (CBI).

Pese a que entre las miles de cotizadas indias solo aparece menos de una treintena -en total, 29 compañías- de emisores ‘verdes’ certificados, la mayor parte, 26, han emitido al menos un instrumento de deuda verde en los últimos siete años.

“Un desarrollo clave ha sido el despegue de los bonos vinculados a la sostenibilidad de emisores de sectores difíciles”, explican los analistas de CBI en el informe. Sectores como, por ejemplo, el cemento y el acero, dos de las principales industrias de la India, que refleja que la mentalidad está cambiando.

La India es una de las cabezas más imprescindibles de la descarbonización global al ser uno de los seis mayores emisores de gases contaminantes del mundo. La dificultad de su transición también reside en sus altos índices de pobreza, según reveló un estudio de la gestora Federated Hermes publicado a finales de febrero.

“Aunque preferimos un objetivo [de descarbonización] para 2050, el horizonte de tiempo más lejano refleja el hecho de que la India está simultáneamente desarrollando su economía y sacando de la pobreza a 360 millones de personas”, señala Olivia Lankester, directora de sostenibilidad de Federated Hermes y autora del estudio.

“La razón principal del éxito de las finanzas verdes lo demuestra el rápido aumento de energías renovables conectadas a la red”, explican en CBI. Existen señales, según estos analistas, de que hay en trámites bonos verdes para activos como techos solares, edificios inteligentes, agricultura sostenible y el desarrollo de coches eléctricos.

Además, anticipan que la India emitirá un bono soberano verde a lo largo de este año, con el que planea, entre otras cosas, multiplicar por cuatro su capacidad de generación renovable para finales de esta década. “Es probable que esta histórica operación impulse significativamente el mercado interno”, apuntan en CBI.

Además, el Ministerio de Finanzas de la India ha establecido un grupo de trabajo de finanzas sostenibles con el que pretende desarrollar, entre otras iniciativas, su propia taxonomía de actividades sostenibles o determinar las políticas y regulaciones financieras apropiadas para sostener el impulso al mercado de deuda sostenible.

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