Así se defiende Blackrock del ataque de los republicanos

Blackrock responde a los senadores republicanos que le acusan de ser un activista climático yendo contra los intereses de algunos estados norteamericanos

Larry Fink, CEO de BlackRock

Las tensiones entre Blackrock, el mayor inversor del mundo, y varios senadores estadounidenses han llegado a un nuevo capítulo con la respuesta del gigante a las acusaciones de casi una veintena de senadores republicanos, que le acusan de activismo climático y de ir en contra de los intereses económicos de varios estados estadounidenses, entre ellos Texas, que fue el que inició el movimiento hace unos meses.

Esta semana, a través de una carta enviada al Fiscal General de Arizona, Mark Brnovich, Dalia Blass, jefa de asuntos externos de Blackrock, habría defendido que sus preocupaciones al respecto del cambio climático estarían alineadas con la de sus clientes. Insiste en que este es un factor que además está muy ligado al riesgo financiero.

“Los inversores y las empresas enfocadas al riesgo climático y a la transición energética ofrecerán mejores retornos a largo plazo, defendió Blass en su misiva, insistiendo en que eran unas oportunidades que afectan a todos los espectros políticos, de acuerdo con Bloomberg.

Los senadores republicanos señalan que la agenda climática de Blackrock estaría perjudicando los intereses económicos de los planes de pensiones estatales.

Para Blass, el enfoque de estos estados es inexacto y, por el contrario, señala que «como defensores» del ahorro de cara a la jubilación, algunas iniciativas políticas que sacrifican el acceso de los planes de pensiones a inversiones de alta calidad les perjudican.

Un tira y afloja de la era Trump

La llegada de Joe Biden a la Casablanca paralizó una normativa que se consideraba muy negativa para el desarrollo de la inversión responsable en los Estados Unidos y que obligaba a que los fondos de pensiones invirtieran solo y únicamente considerando criterios de rentabilidad.

Respecto a la demanda de información climática por parte de Blackrock -también criticada por el ala republicana- Blass defiende que Blackrock solo solicita datos, no obliga a las empresas a adoptar ningún tipo de estrategia concreta.

Los republicanos, sin embargo, han iniciado una campaña contra grandes firmas de inversión por un enfoque ESG que consideran radical. Las críticas no solo se limitan al ámbito del cambio climático -muchos de los estados afectados cuentan con intereses importantes en petróleo y gas-, sino también a otras medidas como el posicionamiento de varios pesos pesados de Wall Street sobre el aborto.

La ilegalización del mismo por parte de la Corte Suprema vino acompañado de una reacción en cadena desde las grandes firmas de Estados Unidos para cubrir los gastos de traslado de las empleadas que tuvieran que viajar a un estado donde la interrupción del embarazo fuera legal.

A pesar de que Blackrock enarbola desde hace años la lucha contra el cambio climático, Larry Fink, recientemente, habría defendido recientemente el papel del gas en la transición energética.

También ha moderado la agresividad de sus políticas de voto en la temporada de juntas de 2022, coincidiendo con la guerra de Ucrania, pero también con el arranque más visible de las tensiones con el Partido Republicano.

El gigante ha optado por ser más selectivo a la hora de apoyar propuestas de terceros en las juntas de accionistas; entre otras razones porque las compañías han ido avanzando en materia de descarbonización.

Sin embargo, este movimiento no ha impedido que algunos estados hayan limitado los contratos de gestión de activos con él.

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