El Banco Mundial aprovecha la COP 27 para reclamar su parte de financiación ESG

El director de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, reclamó una mayor financiación para su institución durante la COP 27

El director de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, reclamó una mayor financiación para su institución durante la COP 27

La cumbre climática mundial de la COP 27 se está convirtiendo en un auténtico campo de batalla para asegurar fondos en la lucha contra el cambio climático, y el último peón en mover ficha dentro del tablero estratégico fue el Banco Mundial.

De acuerdo a la información proporcionada por las agencias de información internacionales, el director de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, aseguró esta semana que el Banco Mundial está dispuesto a intensificar la financiación de las medidas para hacer frente al cambio climático en los países más pobres del mundo.

Van Trostenburg apuntó, sin embargo, que para lograr este objetivo necesita más fondos de las grandes potencias donantes.

Unos comentarios que el director de operaciones del Banco Mundial realizó de forma paralela a las conversaciones sobre el clima que se están manteniendo durante el evento, y que elevan la presión interpuesta sobre grandes potencias como Estados Unidos, para que ayuden a los países emergentes.

El Banco Mundial reclama más dinero para repartir

De acuerdo a las declaraciones que van Trostenburg ofreció a Reuters, en estos momentos hay regiones que no reciben dinero de su institución, como el África subsahariana.

Por ello, el representante del mayor prestamista multilateral del mundo reconoció que el Banco Mundial podría hacer una «contribución decisiva» para seguir aumentando la financiación del clima, pero que esto dependerá del apoyo adicional de los países miembros, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, a los que instó a «hacer más».

«Sin recursos financieros no se puede marcar la diferencia», apuntó el holandés.

«A la gente le gustaría que la comunidad internacional, incluidos los bancos multilaterales de desarrollo, dieran un paso adelante. Estamos de acuerdo. Así que mi reto para ellos es: definan la ambición y cuánto quieren poner sobre la mesa», añadió.

La COP 27 eleva el tono de las exigencias a las grandes potencias

El Banco Mundial, cabe recordar, proporcionó 31.700 millones de dólares en financiación climática a los países en el año fiscal 2022, su mayor desembolso total hasta la fecha, de acuerdo a la información proporcionada por el propio organismo.

Aun así, el banco se enfrenta a un creciente escrutinio por su pobre historial en materia de cambio climático, recibiendo críticas por carencias como la falta de un calendario establecido para la eliminación gradual de la financiación a los combustibles fósiles, o el hecho de que no aproveche suficiente capital privado por cada dólar destinado al desarrollo.

El Banco Mundial, no obstante, utiliza el dinero recaudado de las naciones ricas para ofrecer préstamos y subvenciones a los países más pobres.

Las reclamaciones de su representante, por tanto, pueden entenderse dentro de un contexto geopolítico de la COP 27, una cumbre en la que altos cargos como Emmanuel Macron, ya instaron a países como Estados Unidos a mostrar un mayor compromiso en la batalla climática.

La entrada en escena de Estados Unidos

En este escenario, Joe Biden hará su aparición por la COP 27 este mismo viernes, iniciando una gira que le llevará hasta Camboya e Indonesia en cuestión de una semana.

En el inicio de este tour, se espera que Biden aproveche su presencia en Egipto para recordar a las 196 partes que firmaron el Acuerdo Climático de París, «que no pierdan de vista el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados».

Biden también tiene programadas reuniones bilaterales, en las que debatirá con sus socios sobre cómo Washington se está asociando con los países en desarrollo para reducir las emisiones, aprovechando las asociaciones públicas y privadas.

Desde la Casa Blanca destacaron, asimismo, que el presidente estadounidense se comprometió a trabajar con el Congreso «para aumentar la financiación internacional de Estados Unidos en materia climática a más de 11.000 millones de dólares al año, lo que convertiría a Estados Unidos en el mayor contribuyente individual de financiación para el clima».

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