Indra: si quiere plantear propuestas para la junta está a tiempo

Indra se encuentra otro año en medio de una tormenta de gobernanza antes de la junta. Pero los accionistas tienen voz y pueden transmitir su preocupación al consejo. El plazo acaba esta semana

El presidente no ejecutivo de Indra, Marc Murtra

Hay que reconocer que los prolegómenos de las juntas de Indra están siendo todo menos tranquilos en los últimos años. Si la de 2021 vino acompañada por un polémico relevo en la presidencia, que supuso un reto para el gobierno corporativo del valor del Ibex, la de 2022 se presenta también interesante, entre la expectativa de una mayor influencia de la SEPI y cambios en su consejo y salida de algunos directivos.

El último más relevante entre los recientes, ha sido la salida de la consejera delegada, Cristina Ruiz Ortega anunciada el pasado jueves.

Un paso que se ha producido entre rumores de tiranteces con el otro consejero delegado (Ignacio Mataix) y con el presidente, Marc Murtra que, según Expansión, estaría moviéndose para tomar más poder del que tiene ahora (es presidente no ejecutivo); algo que desde el principio es lo que habría buscado el gobierno de Pedro Sánchez.

El año pasado, en el relevo de la presidencia, la presidencia ejecutiva se encontró con el muro de los independientes, pero está por ver si se impulsan nuevos cambios -no anunciados hasta el momento- de cara a la junta de 2022.

Por el momento, la SEPI se ha ocupado de caldear el ambiente, al anunciar que cuenta con autorización para alcanzar hasta el 28 por ciento del capital Indra, aunque por ahora no parece que haya puesto en marcha compras significativas (si no ha superado un umbral significativo no necesita comunicarlo).

De acuerdo con los registros de Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el ente público ostentaría ahora un 18,75 por ciento, aunque podría haber comprado algunos títulos adicionales sin que se supiera.

Aunque no en los últimos días. Como accionista con representación en el consejo, se encontraría dentro del periodo de lock-up previo a la presentación de resultados del primer trimestre, prevista para el próximo 29 de abril.

Una vía de oposición

Más allá del tira y afloja que parece que existe entre la SEPI y los independientes del consejo de Indra, la realidad es que la lucha de poder está dejando cicatrices y volatilidad en la cotización del valor. El relevo en la presidencia en 2021 supuso pérdidas, pero el nuevo ‘asalto’ del gobierno está colaborando a los números rojos de 2022.

De acuerdo con Bloomberg, los títulos de Indra se dejan aproximadamente un tres por ciento este año, por el algo más de un punto porcentual que cede el IBEX. En un año, Indra cae alrededor de un cuatro por ciento, y el indicador español cotiza prácticamente en tablas.

Pero el minoritario está más protegido que en otros valores. Una de la ventajas que ofrece Indra frente a otras cotizadas es que mantiene un cauce abierto para que los inversores, independientemente de su peso en el capital, puedan presentar propuestas de cara a la junta; lo que es una vía para mostrar su disconformidad con lo que sucede en la compañía; o pedir cambios o incluso proponer consejeros.

Los accionistas, sea cual sea su participación, pueden proponer puntos del orden del día

«Hasta el 30 de abril de 2022, los accionistas podrán proponer al consejo de administración aquellos asuntos que estimen conveniente tratar o incluir en el orden del día de la Junta General Ordinaria de Accionistas 2022«, señalaba hace unos días la compañía en un hecho relevante remitido al CNMV.

«Una vez recibidas dichas propuestas», continúa, «el consejo de administración las analizará y, tras ello, establecerá el orden del día de la Junta, lo que llevará a cabo en su sesión prevista para el 19 de mayo de 2022. El anuncio público de convocatoria de la Junta se publicará tras dicha sesión del consejo», explica.

No se trata de una alternativa que está dando el consejo concretamente en esta junta para tratar de recabar información de los accionistas -más allá de los grandes institucionales con los que se mantiene en contacto vía relación con inversiones-, sino que es una buena práctica en materia de gobernanza que la compañía tiene en marcha desde hace años.

“Es una práctica que está en vigor desde 2004 y que se recoge en el Reglamento de la Junta. Por lo tanto, no está ligada a una determinada coyuntura”, explica Victoria Lois, directora de Gobierno Corporativo de Indra.

Las propuestas al consejo no son vinculantes; es decir, que se pueden incluir o no incluir en el orden del día. Es otra vía de comunicación, diferente a la obligatoriedad de incluir algún añadido.

En la normativa española, es necesario, al menos, contar con un 3 por ciento del capital para forzar la inclusión de propuestas a la junta; y estas se presentan cuando la junta ya está convocada. En las estadounidenses, existe mucha más flexibilidad (incluso se pueden proponer con 2.000 dólares en títulos).

Silencio, por el momento

Al menos hasta el cierre de esta información, ningún accionista había recurrido a esta opción para proponer algún punto de debate durante la junta, a pesar del contexto. Una pauta que también se repitió en 2021.

“El año pasado no llegó ninguna y hasta el momento no hemos recibido ninguna de cara a la junta de este ejercicio”, confirma Victoria Lois a Social Investor.

A pesar de ser una iniciativa valorada positivamente tanto por los proxy advisors -por ejemplo, por Corporance-, como por otros asesores en gobernanza, como el proxy solicitor Morrow Sodali, es una ventaja que los accionistas utilizan poco; tal vez por desconocimiento, ya que realmente es un ‘rara avis’ dentro del IBEX.

“A lo largo de los años la verdad es que hemos recibido pocas propuestas, generalmente relacionadas con la retribución al accionista”, reconoce la directora de gobierno corporativo de Indra.

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