Caixabank inyectará más de 53.000M en crédito sostenible en tres años

La sostenibilidad es uno de los tres ejes claves del nuevo plan estratégico de Caixabank, que prevé ser muy activo en la concesión de crédito sostenible.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado, e Ignacio Goirigolzarri, presidente, explicaron el pasado martes que la ambición de la entidad española era movilizar 64.000 millones en finanzas sostenibles en tres años para consolidarse como un referente europeo en sostenibilidad.

De esta cifra, según explica a SOCIAL INVESTOR, el 83 por ciento del capital será nueva financiación sostenible (53.120 millones). Para el negocio de empresas y banca de inversión (dejando fuera la participación como emisor en el mercado de bonos), destinaría un 88 por ciento del 83 por ciento anterior; es decir aproximadamente unos 46.750 millones.

Una inyección de financiación que, previsiblemente, se quedará fundamentalmente en España, dada la exposición geográfica del banco.

El importe restante hasta el objetivo de 64.000 millones (10.880 millones) son las previsiones que maneja el banco en cuestión de volúmenes por su participación en la colocación de bonos sostenibles de terceros en mercado; y el incremento de activos bajo gestión en fondos y planes de pensiones englobados dentro de los artículos 8 y 9, de acuerdo con el Reglamento de Divulgación.

¿Margen de mejora?

Para cumplir con los nuevo objetivos de concesión de crédito sostenible, Caixabank deberá firmar unos 17.700 millones anuales durante el periodo 2022-2024.

No parece un objetivo excesivamente exigente para el banco español, dado que durante el año pasado habría movilizado más de 30.000 millones en financiación sostenible, duplicando la cifra del ejercicio anterior, y el arranque de 2022 en préstamos verdes está siendo intenso.

Para alcanzar su objetivo, Caixabank debe firmar unos 17.700 millones de euros anuales en crédito sostenible

De acuerdo con Bloomberg, este año figuraría como el tercer banco del mundo por volumen de préstamos verdes.

También podría tener margen de mejora en lo que se refiere a las previsiones para el área de gestión de activos.

Durante la rueda de prensa de presentación del plan estratégico, Caixabank avanzó que el peso de la ESG dentro del total de fondos gestionados por el grupo era del 35 por ciento. En el caso de los planes de pensiones, el porcentaje llega al 47 por ciento.

Un peso que podría ir a más -se espera que cada vez más productos incluyan la sostenibilidad en su modelo de gestión- y eso podría ayudarle a continuar captando capitales para sus productos sostenibles; algo que ya está haciendo en sus contratos master de gestión delegada.

La entidad considera que su perfil ESG –controla a la primera gestora por activos española– es una de las características que puede ayudarle a continuar ganando volúmenes en el negocio de gestión de activos y confía en continuar creciendo en productos fuera de balance en los próximos años.

Es una estrategia que el banco llevaba años aplicando antes de la fusión con Bankia -es una vía para mover dinero desde los depósitos e impulsar los ingresos por comisiones- y que a pesar de un entorno alcista en tipos de interés cuenta con recorrido.

Caixabank confía en que el cliente español vaya aumentando su ahorro a largo plazo, acercándose a la media europea. En la actualidad, representa un 29 por ciento del ahorro total de las familias, en contraste con el 42 por ciento de la Eurozona.

En Portugal el margen de mejora es todavía más relevante, ya que la proporción en materia de ahorro a largo plazo es de apenas un 21 por ciento.

Criterios de concesión rigurosos

El negocio de la sostenibilidad se ha convertido en estratégico para todos los bancos españoles, que han ido publicando a lo largo de los últimos meses objetivos concretos en este ámbito.

El Santander, BBVA o el Banco Sabadell han revisado recientemente algunos de sus objetivos en materia ESG y de financiación verde y sostenible.

Un nuevo campo, por tanto, en el que los bancos entran en competencia y que abre algunos interrogantes sobre si puede provocar una relajación en los criterios de concesión de crédito o una guerra de precios.

Gortázar despejó dudas durante la presentación del plan estratégico. «En sostenibilidad también habría buenos y malos créditos. Aplicaremos la disciplina», afirmó el consejero delegado de Caixabank.