Bankinter convertirá su gestora en cero neta

El banco ha lanzado un nuevo plan de sostenibilidad, que se prolonga hasta 2023, y en el que desplegará su ruta hacia las cero emisiones. También planea incorporar a la gestora en esta carrera

La banca española ha tenido un ejercicio muy intenso en implicación medioambiental. Toda la banca del IBEX ya se ha incorporado a la Net Zero Banking Alliance (NZBA) y también buena parte de sus gestoras de activos.

Santander AM, BBVA AM e Ibercaja Gestión ya son firmantes de la Net Zero Asset Managers (NZAM), mientras que tanto Caixabank AM como Bankinter Gestión (12.400 millones en activos) trabajan en ello de cara al futuro, pero no existe una fecha comprometida, ni es una entrada inminente.

Al respecto de Bankinter, así lo explican a Social Investor Raquel Azcárraga, directora de sostenibilidad, y José Antonio Barberá, responsable de sostenibilidad, coincidiendo con la presentación del Plan de Sostenibilidad 2021-2023, denominado 3D «porque aborda las tres dimensiones de la ESG e incluye la sostenibilidad en todos los niveles operativos», explican los ejecutivos.

Más del 20% de la plantilla ha recibido formación en sostenibilidad en 2021

El plan de sostenibilidad fija objetivos para cada uno de los pilares -medioambiental, social y de gobernanza- y algunos de sus hitos ligados a la ESG en 2021 han sido la formación específica en estos conceptos de más de un 20 por ciento de la plantilla, o la reciente puesta en marcha de un rating, que califica a sus clientes, en base a sus riesgos físicos o de transición. Establece una clasificación que va desde cero a 100.

Además, el banco ha elevado este año la sostenibilidad a nivel del consejo, con la puesta en marcha de la Comisión de Nombramientos, Sostenibilidad y Gobierno Corporativo. Este paso ha sido previo a su incorporación a la NZBA, que obliga a Bankinter descarbonizar su cartera en 2050 y a ir publicando metas concretas a corto plazo.

Las primeras que llegarán se fijarán con el horizonte de 2030.

«Aunque tenemos 18 meses para poder presentarlas, las tenemos bastante adelantadas y esperamos poder hacerlas públicas a lo largo del año que viene», señala José Antonio Barberá, que avanza los futuros objetivos «irán muy en línea con los establecidos en el Plan Nacional de Energía y Clima«. El banco no es novato en estrategia climática. De hecho, en 2019 ya lanzó una estrategia de cambio climático.

Lo que todavía el banco no se atreve a avanzar es si su plan climático y de sostenibilidad será presentado a votación a la junta de accionistas, como están haciendo otros sectores con las iniciativas ‘Say on Climate» y el activismo reclama a la banca. «En este momento lo desconocemos. Es una decisión del consejo», señala Raquel Azcárraga.

El papel de la banca como prescriptora

La transición económica sostenible también va a transformar el papel de los bancos, que además de financiadores, necesariamente se convertirán en prescriptores de dicha transformación, porque la realidad es que muchas compañías todavía desconocen lo que son los planes de transición climáticos.

«Es muy posible que el primer contacto que muchos empresarios tengan con los riesgos climáticos sea a través de nosotros», señala Barberá. «Algo que ya nos está ocurriendo con los fondos europeos Next Generation«, puntualiza. También señala que se está trabajando con pymes para sean capaces de calcular su huella de carbono.

Un paso necesario para poder avanzar en materia de descarbonización con seguridad es que se define la regulación, ya que para la banca uno de los puntos clave es contar con suficientes datos -y comparables- de sus clientes.

En este sentido, la revisión de la Directiva de Información No Financiera, estaría yendo en la buena dirección. La futura normativa crearía un informe único para todas las empresas europeas cotizadas y que también podrían utilizar las pymes.

No obstante, todavía son muchos los puntos regulatorios que faltan por definir. Entre ellos, el impacto en el capital de la banca de los riesgos climáticos o si se creará una normativa que favorezcan en términos de consumo de capital los créditos verdes.

Los primeros test de estrés a los que se someterá la banca europea van a ser un primer ensayo tanto para el Banco Central Europeo (BCE) como para las entidades financieras para valorar cómo medir los riesgos climáticos.

Otro reto es poder poner nota de sostenibilidad a la cartera hipotecaria. La proporción de créditos para la adquisición de vivienda que cuenta con certificación energética es todavía pequeño.

Oportunidad de negocio en la sostenibilidad

Bankinter no consigna ningún objetivo financiero concreto en financiación sostenible, como sí hacen otros bancos como BBVA o e Santander, pero reconoce que es un segmento en el que existen oportunidades de negocio-

Desde lo más evidente, como es financiar proyectos de generación limpia, hasta otro sector que es clave para reducir las emisiones, pero que tal vez por el momento pasa mas inadvertido: la transformación energética de las viviendas.

En este sentido, hace pocos días Bankinter anunció el acuerdo con Endesa y OHLA para favorecer, asesorar y financiar los proyectos de eficiencia energética en edificios. Son uno de los proyectos que se pueden financiar con fondos europeos Next Generation y que podría generar un ahorro de entre el 30 y el 60 por ciento del consumo energético.

«Las comunidades de vecinos podrán disponer con carácter inmediato de la financiación necesaria para acometer tales mejoras, que además de ventajas ambientales supondrá importantes ahorros en consumo energético, con un producto adaptado a las necesidades de cada comunidad y en unas condiciones de mercado muy atractivas», explicaba el banco en comunicado.

Una especie de crédito puente mientras se desembolsan los fondos.

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