Premios Nobel, investigaciones, universidades, congresos o medios de comunicación. La cruda realidad es que las voces de las mujeres economistas, por brillantes que sean, logran menos eco en todos estos foros que conforman el debate público sobre los temas económicos de relevancia. 

Olga Cantó, catedrática de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Alcalá, explica algunas de las razones por las que esto es así y también propone algunas medidas para cambiar la situación en el último podcast de Womenvalue, la iniciativa de INVERSIÓN que busca reconocer el talento femenino y denunciar las barreras que todavía impiden la total igualdad. 

Según ella, uno de los motivos por los que se escuchan menos voces femeninas en los debates económicos de relevancia tiene que ver, entre otras cosas, por la menor atención que se presta a las temáticas en las que precisamente suelen destacar las mujeres economistas. 

Los temas de mujeres economistas, hurtados del debate económico

Es decir, en el debate económico interesan menos temas como la desigualdad o el empleo, en beneficio de temáticas “más masculinas” como el crecimiento económico. 

“Es verdad que los temas relacionados con la desigualdad, el mercado de trabajo, las políticas sociales, la ciencia política que se ocupa de mejorar la vida de las personas es justamente lo que, en general, interesa más a las mujeres economistas”, dice Cantó en el podcast. 

Si bien, Cantó explica que desde que se publicó ‘El capital en el siglo XXI”, de Thomas Piketty (en 2014), el discurso predominante ha empezado a cambiar y “eso seguramente llevará a muchas más mujeres a participar en el debate público sobre economía”. 

Las mujeres economistas eluden la exposición mediática

Asimismo, otro motivo de la infrarepresentación de voces femeninas es la propia tendencia de las mujeres economistas a eludir la exposición mediática. 

“Nosotras en gran medida creemos que no somos tan capaces como los hombres y también valoramos otras cosas. Porque la exposición mediática modifica tu forma de vida, tienes menos tiempo para cosas que a ti te son importantes y, quizá por eso, a nosotras nos gusta menos, en media”. 

Si bien, eso provoca que el debate público en cuanto a la economía esté sesgado. 

“El que participa es el que recibe después todas las invitaciones para seguir participando. Y, en ese sentido, a veces se puede exagerar la participacion de determinados mujeres y hombres”, reflexionó.

“Y eso es malo para la vida personal y pública porque nos da la idea de que solo ciertas personas tienen claro cómo tienen que ser las políticas públicas”, añadió. 

En ese sentido, abogó por una pluralidad de voces tanto masculinas como femeninas para reducir la carga personal que supone tener exposición mediática y construir un debate más rico.

“La participación más igualitaria, de muchos tipos de mujeres y hombres es crucial. Concentrarla en determinados personajes conocidos es malo”, apostilló. 

//Capítulos//

01:22 Apoyo familiar, crucial para la igualdad de oportunidades 

03:37 La falta de exposición mediática resta visibilidad a las mujeres economistas  

05:53 Discriminación en la toma de decisiones en la universidad 
09:47 Mujeres en el debate económico 

11:37 Aulas cada vez más paritarias 

12:57 Retribución: hay un techo de cristal y suelos pegajosos 

15:23 Brecha salarial: España, mejor que Alemania