Desde las reversiones del mercado de bonos del Tesoro hasta las amenazas comerciales, la primera mitad de 2025 estuvo dominada por turbulencias políticas y angustia en Wall Street. El dólar cayó notablemente, mientras que las materias primas y los activos de riesgo sufrieron bruscos vaivenes. Pero en los mercados donde operan los mayores algoritmos quants del mundo, ocurrió algo curioso: prevalecieron los patrones de negociación tradicionales.

Los mercados premiaron a los fuertes frente a los débiles, ampliando la brecha entre ganadores y perdedores en medio de un regreso a lo que Cliff Asness, de AQR Capital Management, llama “inversión racional básica”. Esa gran dispersión —como se denomina en la industria— resultó ser terreno fértil para los fondos de cobertura sistemáticos, que obtuvieron algunos de los mejores retornos hasta la fecha en 2025.