El Parlamento europeo aprueba un primer veto al gas y la nuclear

Las comisiones de medio ambiente y economía se han opuesto este martes a la inclusión de ambas energías en la taxonomía de actividades sostenibles. Ahora pasa al pleno, que lo votará en julio

El debate sobre el gas y la nuclear está todo menos cerrado. Las comisiones de medioambiente y economía han votado este martes a favor de una proposición que insta a vetar la propuesta de la Comisión Europea, que incluía el gas y la energía nuclear dentro de las actividades sostenibles ligadas al Reglamento de Taxonomía.

Tras esta decisión, el pleno del Parlamento europeo votará la misma propuesta en las sesiones del 4 al 7 de julio. Pendientes de lo que pueda suceder en esta jornada, las votaciones en las comisiones han estado inclinadas hacia el veto de esta inclusión, muy criticada desde la ciencia y la inversión responsable.

En concreto el rechazo a la propuesta de la Comisión Europea habría estado apoyada por 76 votos a favor por 62 en contra y 4 abstenciones.

«MEPs reconocen el papel de la nuclear y el gas como garantes del sistema energético durante la transición hacia una economía sostenible, pero consideran que los estándares técnicos propuestos por la Comisión en el acto delegado para apoyar su inclusión no respeta los criterios para las actividades medioambientalmente sostenibles, tal como se recogen en el artículo 3 del Reglamento de Taxonomía», señala la institución en un comunicado.

Las comisiones, además, exigen que cualquier nueva propuesta de la Comisión Europea sea sometida a consulta pública e incluya un análisis de impacto, para evaluar su alcance en ESG.

«Los países miembros continúan siendo libres a la hora de decidir su mix energético y los inversores pueden continuar invirtiendo como deseen», insisten desde el parlamento, «ya que no existe ninguna obligación de invertir solamente en actividades económicas que encuentren ciertos criterios», añade.

El Parlamento europeo y el Consejo europeo pueden decidir si vetan la propuesta de la Comisión Europea hasta el 11 de julio. Si una mayoría de parlamentarios vota en contra del acto delegado (353) el organismo que lidera Ursula von der Leyen tendrá que retirarlo o modificarlo.

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