Una ola de reclasificaciones a la baja amenaza a los fondos ESG

Muchos fondos europeos clasificados como 'top' en sostenibilidad podrían tener que reclasificarse a la baja al no llegar a la exposición mínima exigible a activos sostenibles

Las voces que alertan de que los fondos sostenibles europeos podrían verse obligados a revisar su clasificación aumentan.

De acuerdo con un informe de Morningstar, recogido por Bloomberg, solo una pequeña fracción de los fondos clasificados dentro del artículo 9 del Reglamento de Divulgación contaría con un volumen de inversiones sostenibles alineado con las exigencias de la regulación.

Esta situación está provocando que los abogados que asesoran la industria no vean otra solución que ‘rebajar’ la calificación de estos productos un escalón -al artículo 8-.

«Me imagino que habrá muchas reclasificaciones de Artículo 9” apunta Rahul Manvatkar, socio de fondos de inversión de Linklaters», en declaraciones a la agencia de noticias financieras.

«Por mucho que no quieran, esa es probablemente la trayectoria a medida que los participantes del mercado se familiarizan con las reglas», señala.

La industria llevaba tiempo solicitando a los reguladores que hasta que la normativa que desarrolla el Reglamento de Divulgación estuviera totalmente cerrada, no entrara en vigor la reforma de la MIFID II, que incluye la sostenibilidad en el test de idoneidad.

Sin embargo, está en vigor desde el pasado 2 de agosto y el sector teme el impacto reputacional que puede suponer que se produzcan revisiones a la baja del nivel de sostenibilidad de forma significativa.

Las gestoras españolas, que apenas han registrado productos ‘verde oscuro’ no deberían tener problemas. La mayoría ha optado por ser conservadora a la hora de lanzar productos con altos credenciales sostenibles ante la falta de una regulación definida.

Siempre ha habido el temor -que comparte la industria europea- de que posibles cambios de clasificación puedan generar problemas de reputación, ante el riesgo de que se confundan con posibles prácticas de greenwashing.

Falta de información para cumplir

Una de las argumentaciones de los gestores de fondos es que no cuentan con suficientes datos para poder cumplir con las exigencias del Reglamento de Divulgación.

La Comisión Europea defiende que los fondos artículo 9 “puede invertir en una amplia gama” de activos “siempre y cuando estos activos subyacentes califican como inversiones sostenibles”, al mismo tiempo que permite la liquidez y las necesidades de cobertura, recuerda Bloomberg.

En otras palabras, habrían dejado claro que deben comprometerse a invertir casi exclusivamente en activos sostenibles y muchos fondos ‘verde oscuro’ no estarían actualmente llegando a ese umbral.

Morningstar estima que los fondos englobados en el artículo 9 actualmente gestionan 470.000 millones de euros en activos y que más de 300 fondos ‘verde oscuro’ contarían con un umbral de inversiones sostenibles inferior al 90 por ciento; lo que les pone en riesgo de perder su calificación.

La SFDR requiere que las empresas clasifiquen sus productos de inversión en una de estas tres categorías: el artículo 6, que sólo analiza riesgos ESG potenciales; el artículo 8, que se supone que “promueve” características ESG; y el artículo 9, que establece «objetivos» medibles en ESG.

Morningstar estima que existen aproximadamente 950 fondos clasificados en el artículo 9 y que alrededor del 40 por ciento tendría un objetivo de inversión sostenible inferior al 50 por ciento.

Como alternativa a las reclasificaciones, las gestoras también podrían reforzar sus políticas de inversión en total. Según Bloomberg, las autoridades estarían dando indicaciones a la industria para que este tipo de inversiones no representaran menos del 80 por ciento.

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