Los test de estrés climáticos llegan a los planes de empleo españoles

Ya no es solo la banca. Planes de empleo, como los de La Caixa, Telefónica, el Santander o Repsol, serán sometidos por primera vez en la historia a un test de estrés climático

Los test de estrés climáticos se están convirtiendo en la nueva normalidad. Con la banca ya casi pendiente de los resultados, la tensión salta a los planes de empleo, que también tendrán que testear cómo de resistentes son sus carteras a lo que se conoce como riesgos de transición.

Los planes de empleo es una modalidad de ahorro para la jubilación que las empresas realizan para sus empleados.

Los más grandes por patrimonio son los de los trabajadores de La Caixa, Endesa, Telefónica, Endesa o BBVA, pero es una compensación muy habitual entre las grandes empresas españoles y también del Estado para los funcionarios.

EIOPA lanzará pruebas climáticas por primera vez en la historia

Otras grandes empresas como Santander, Mapfre, Nestlé o Repsol también cuentan con un plan de este tipo.

La Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA), anunció hace pocos días que incluirá pruebas de resistencia climática por primera vez en la historia en los test de estrés bianuales que realiza.

España es uno de los países que tendrá que pasar esta prueba (deben pasarlo todos los estados donde la inversión en estos productos supere los 500 millones de euros) y el planteamiento del supervisor es que al menos se testee el riesgo de un 60 por ciento de los planes de empleo de prestación definida y al menos un 50 por ciento de los de aportación definida.

El primer grupo -los fondos de prestación definida- son los que más preocupan a los supervisores. Este tipo de producto asegura una renta fija a sus beneficiarios.

Los riesgos climáticos -que pueden impactar negativamente en el patrimonio del producto- generan, por tanto, un riesgo latente porque obligaría a la empresa a ‘cubrir’ las posibles pérdidas para asegurar que paga la prestación comprometida. Normalmente, es una cobertura que se contrata con una aseguradora.

Según datos del Ministerio de Economía, los fondos de empleo de prestación definida son los que actualmente reciben menos dinero -representan un 0,05 por ciento de las aportaciones que realizan las empresas-, pero si es el relevante el peso de la modalidad mixta.

En este sentido, los productos que combinan aportaciones definidas y prestaciones definidas acumularon el 60 por ciento de las aportaciones realizadas por las empresas para sus empleados durante 2020.

Recomendaciones futuras

Fuentes del sector asegurador explican a SOCIAL INVESTOR que, como es habitual, de estas pruebas de estrés podrían surgir una serie de recomendaciones a aplicar en el futuro teniendo en cuenta el resultado de las pruebas.

Los resultados se publicarán a finales de 2022 y se darán a conocer de forma agregada y por países; no se difundirán de forma individual. Las entidades deben enviar sus resultados a la Dirección General de Seguros antes del 13 de junio y el supervisor nacional deberá remitirlo a Bruselas antes del 18 de agosto.

Los resultados se deberán enviar a la DGS antes del 13 de junio

Similar a la banca, el test establece escenarios para ver cómo afectan los riesgos climáticos al valor de los activos de los planes de empleo.

En la modalidad de «transición desordenada», por ejemplo, los planes de empleo deberían medir cómo reaccionarían sus carteras a un retraso en la regulación que forzara que en, 2030, se produjera una aceleración de los planes de transición energética.

En este caso se considera una fuerte subida de los precios del carbono (a 321 euros). La cartera que se estresa es la correspondiente al 31 de diciembre de 2021 y se mide el impacto tanto en acciones como en bonos, diferenciándolo por sectores.

«Se han establecido más de 20 sectores diferentes», señalan fuentes del sector asegurador.

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